Dom. Dic 7th, 2025

COLUMNA: La semilla en surco jurídico

Por Redacción Dic5,2024 #Opinión

Niñas, Niños y Adolescentes. En labores agrícolas insalubres

Por Jhorel Betzibeth Carrillo Guzmán*

El derecho al trabajo es un derecho humano fundamental que debe garantizar a todas las personas la posibilidad de acceder a empleos dignos, con condiciones laborales seguras y salarios justos que promuevan la dignidad humana y el desarrollo de la sociedad. Sin embargo, este derecho, se distorsiona cuando niñas, niños y adolescentes (debe abandonarse el término “menores” para referirse a éstos, a fin de respetar el principio de su interés superior y el derecho a la igualdad y no discriminación. Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Mayo 2023) son forzados a participar en actividades laborales, especialmente en sectores insalubres como la agricultura, comprometiendo su salud, bienestar e integración social.

En México, la legislación permite que adolescentes de entre 15 y 17 años puedan trabajar, siempre y cuando se cumplan requisitos esenciales que garanticen su seguridad y pleno desarrollo. Estas disposiciones prohíben que participen en actividades peligrosas o insalubres, como aquellas que impliquen la exposición a condiciones físicas extremas, sustancias químicas o biológicas nocivas. Asimismo, se exige que el empleo no interfiera con su derecho a la educación y que se les asegure un entorno laboral respetuoso de su dignidad e integridad.

A pesar de estas normativas, el trabajo infantil sigue siendo un problema profundamente arraigado, se ha documentado que los adolescentes laboran en condiciones que contravienen la ley, principalmente como lo es en trabajo de la agricultura en los campos, lo cual involucra desgaste físico y mental; es alarmante ya no solo son los adolescentes de por sí, sino que el trabajo infantil sigue siendo un problema sin atender cabalmente, sobre todo en zonas rurales y marginadas.

En el sector agrícola, la insalubridad y el peligro se agrava debido a la naturaleza del trabajo, ya que implica desgaste físico y mental extremo, lo que genera preocupación sobre los efectos negativos en el desarrollo integral de los jóvenes, teniendo la imposibilidad de una buena esperanza de vida derivado a los años de desgaste al que es expuesto.

Por lo cual, en cuanto a las estadísticas que observamos en el estado de México, en 2022, un total de 3.7 millones de niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años se encontraba en condición de trabajo infantil, cifra que representó 13.1% de esa población, manifestándose un 33% se refiere a actividades agrícolas que pueden dañarlos su salud e integralmente.

En el estado de Colima se manifiesta el trabajo infantil de 168,961 niñas y niños en el rango de edad de 5 a 17 años, de los cuales: 28,756 se encontraban ocupados laboralmente de este grupo.

Estas actividades en Colima, México se concentran principalmente en albergues cañeros en comunidades rurales como Cuauhtémoc (en el trapiche y quesería), Tecomán y Coquimatlán, donde los NNyA trabajan en la cosecha de caña, jitomate, chile y limón.

Suelen enfrentarse a jornadas laborales en exposición al sol, manipulando herramientas peligrosas y exponiéndose a químicos como pesticidas y herbicidas que pueden causar intoxicaciones o enfermedades respiratorias, así como exponerse a condiciones afectan su salud mental, provocando estrés, agotamiento emocional y, en muchos casos, el abandono de sus estudios expandiendo el ciclo de pobreza en sus familias. Estas condiciones no solo son ilegales, sino que representan un grave riesgo para su desarrollo físico y emocional.

Las causas por las cuales las niñas, niños y adolescentes trabajan es por temas diversos, por gusto o ayudar en gastos (32%), para pagar su escuela o sus propios gastos (23%), aprender un oficio (15%), el hogar necesita de su trabajo (18%), pagar deudas, no estudia u otra razón (12%), habiendo en ellos población infantil que trabaja y no asiste a la escuela por la falta de interés, aptitud o requisitos para ingresar a la escuela (44 %), por la falta de recursos económicos (12 %) y otra razón (12 %). (INEGI. (s/f). Población, niños que trabajan.) Determinando que trabajan por temas de pobreza y siendo factor subyacente determinante al trabajo infantil es la ausencia de educación gratuita, obligatoria y de calidad.

Dejo estas cifra para la reflexión y la ocupación por parte de la sociedad, pero sobre todo para las autoridades respectivas. Ya estaremos dando cuenta de más detalles del particular, conforme se avance con el proyecto de investigación que estamos por iniciar en el Semillero.

*Estudiante del quinto semestre en la Facultad de Derecho de la Universidad de Colima.

Esta columna forma parte del “Semillero de Formación de Jóvenes en Investigación Jurídica”, coordinado por el Doctor Amado Ceballos Valdovinos, profesor investigador de tiempo completo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Colima.

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.      

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