Por Manuel Sánchez Gómez
Una de las claves del Manchester City campeón del triplete hace 2 temporadas es que había perdido el miedo a especular. Si Erling Haaland tenía que irse al banderín de córner a perder tiempo porque el marcador estaba ajustado y eran los últimos instantes de partido lo hacía. Y lo hacía con una sonrisa en la boca y casi riéndose de la situación. Parecía que Guardiola por fin había aprendido a ganar de forma independiente al estilo.
“Fueron muy inocentes, especialmente al final del partido”, aseguró Wayne Rooney, que debutó como comentarista en Amazon Prime. “Los jugadores se miraban los unos a los otros, sin creer en ellos, y eso es algo que debería preocupar a Guardiola”, señaló.
El Real Madrid perdía 2-1 en el minuto 85 y en el 91’ ya iba por delante en el marcador. “No es la primera vez que esto nos pasa”, apuntó Pep Guardiola. Y no le faltaba razón. Esta temporada ha encajado 6 remontadas.
Contra el Brighton, ganaban 0-1 en el minuto 78 y perdieron 2-1; contra el Feyenoord iban 3-0 en el minuto 74 y empataron 3-3; contra el Manchester United vencían 1-0 y perdieron 1-2, contra el Brentford iban 2-0 en el 82 y empataron 2-2; contra el Paris Saint Germain ganaban 0-2 en el minuto 54 y perdieron 4-2.
Desde la llegada de Pep Guardiola en el verano de 2016, el Manchester City se adelantó en 332 partidos antes de esta temporada y solo acabó perdiendo 13 de ellos, es decir un escaso 3.92%. Esta temporada se ha adelantado en 20 partidos y ha perdido 5, es decir, el 25%.
La estadística es más preocupante aún en Champions, porque el City maneja los nervios peor que nunca, como si el triunfo en Estambul de hace 2 años hubiera caído en el olvido y ya no sirviera de fortaleza mental para estos jugadores.
Los Sky Blues han encajado 8 goles en los últimos 16 minutos en los últimos 5 partidos de Champions.
Mientras que Rúben Dias admitía en una entrevista previa al partido que el signo de identidad del City es “siempre creer”, lo que demuestran en el campo es todo lo contrario, con una sensación de fragilidad y ansiedad esperando que lo que pueda salir mal salga mal. Incluso sus propios aficionados están perdiendo la fe y, por eso, con Jude Bellingham aun celebrando el 2-3 sobre el césped y un minuto y medio aún por delante, tiempo suficiente para al menos crear una ocasión de peligro, no fueron pocos los que tomaron la salida del Etihad Stadium.
En la prensa inglesa se destaca la “falta de fe”, la “inocencia” y el envejecimiento de una plantilla que viene de ganarlo absolutamente todo, con 4 Premier League y una Champions League como principal referencia. Pero los 200 millones gastados en invierno en 4 piezas, de las cuales ante el Real Madrid solo jugó Omar Masmoush y apenas 6 minutos, son solo un parche que no arreglará todos los problemas de este equipo.
A falta de una remontada en el Santiago Bernabéu, el City puede estar ante su peor temporada desde la del debut de Guardiola, la única en la que se ha quedado en blanco desde que llegó a Mánchester. Con 2 años de contrato por delante, y un veredicto por las 130 irregularidades financieras que cada vez parece preocupar menos, la reconstrucción este verano debe ser profunda para que el proyecto no continúe el declive vislumbrado en esta primera mitad de temporada.
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