La elección este jueves (8) de León XIV, el primer Papa de origen estadounidense, supone un impulso a la Iglesia católica de Estados Unidos, que ha visto un estancamiento en el número de feligreses tras estar sacudida por decenas de denuncias de abuso sexual y demandas millonarias.
“Debemos buscar juntos ser una iglesia misionera, una iglesia que construye puentes y el diálogo siempre abiertos a recibir a todos, a todos aquellos que necesitan nuestra caridad, nuestra presencia”, dijo León XIV en su primer discurso.
Un mensaje que se espera cale entre los católicos en Estados Unidos, uno de los grupos religiosos más numerosos en el país, superando a cualquier denominación protestante.
El 20% de los adultos estadounidenses (cerca de 53 millones) se identifica con esta religión, según un reciente análisis del centro de investigación Pew.
Los católicos de Estados Unidos ubican al país en el cuarto lugar de países con más católicos en el mundo, solo superado por Brasil, México y Filipinas, de acuerdo con el Anuario Estadístico de la Iglesia publicado por el Vaticano en 2021, lo que pone de relieve la necesidad de no desatender a esta comunidad religiosa.
Aunque en las últimas décadas se ha registrado un declive, el porcentaje de adultos estadounidenses que se identifican como católicos se ha mantenido en el 20% desde 2014. No obstante, esta cifra es 4 puntos menos que en 2007.
La estabilización en el porcentaje ha sido atribuida en gran parte a la incorporación de más inmigrantes católicos y al crecimiento de la población hispana en EUA. Más de 4 de cada 10 católicos en EUA son inmigrantes (29%) o hijos de inmigrantes (14%), y la proporción de católicos hispanos aumentó del 29% en 2007 al 36% en 2025, según la encuesta más reciente de Pew.
En contraste, desde 2007 la proporción de católicos blancos ha disminuido 10 puntos porcentuales.
Un Papa estadounidense
La elección de León XIV, de 69 años, nacido en Chicago y que también obtuvo la nacionalidad peruana en 2015 tras pasar gran parte de su vida religiosa en el país andino, ha tomado por sorpresa a algunos líderes religiosos en Estados Unidos.
Por ejemplo, el arzobispo de Detroit, Edward J. Weisenburger, dijo que debía reconocer “humildemente” que no anticipó que un estadounidense sería elegido Papa.
Y es que los líderes católicos en Estados Unidos no son tan notables. El país ha tenido solo 2 presidentes identificados con esta religión, ambos demócratas.
El exmandatario John F. Kennedy (1961-1963) tuvo que lidiar desde su campaña con las dudas y acusaciones de que su fe católica, que supone una lealtad al Papa, socavarían la libertad religiosa en Estados Unidos.
Tuvieron que pasar casi 60 años para que se eligiera a Joe Biden (2021-2025) como el segundo presidente católico. Este último recordó en su mensaje de felicitación que León XIV es de Illinois y deseó que Dios le bendiga.
El actual mandatario, el republicano Donald Trump, no se quedó atrás al calificar como un “gran honor” para el país que León XIV sea el primer Papa estadounidense.
Por su parte, el vicepresidente, JD Vance, católico convertido, dijo estar seguro de que millones de católicos estadounidenses y otros cristianos orarán por su exitosa labor al frente de la Iglesia.

