La economía del centro histórico de Tecomán atraviesa una etapa crítica, en la que el comercio local, tanto formal como informal, batalla día con día por sostenerse ante la falta de ventas y el bajo flujo de consumidores.
Lo anterior lo advirtió Reyes Castillo Delgado, presidente de la Asociación de Comerciantes “Reyes Castillo Delgado, A.C.”, al señalar que la economía del municipio se encuentra prácticamente paralizada y sin señales de recuperación inmediata.
“Las ventas están por los suelos, en todos los giros. No hay movimiento, no hay circulante. En general, estamos completamente detenidos”, expresó con preocupación.
Lo más alarmante, dijo, es que incluso fechas emblemáticas para el comercio, como el Día de las Madres, pasaron sin representar un verdadero respiro para los negocios. Agregó que esa falta de reactivación ha generado un clima de desesperanza entre los comerciantes, quienes ven pasar los días sin que el panorama mejore.
Castillo Delgado también mencionó que la proliferación de comercios y la posible fuga de consumidores hacia otras zonas podrían estar dispersando el gasto y debilitando aún más la economía local.
“Puede que haya mucho comercio, y eso hace que la gente se reparta, pero ni aun así se ven repuntes. Es una situación pareja para todos: las ventas están muy bajas”, sostuvo.
Frente a ese panorama, el representante comercial hizo un llamado urgente al Ayuntamiento de Tecomán y a las instituciones bancarias para que promuevan programas de financiamiento accesible, incentivos al consumo y estrategias que ayuden a dinamizar la economía municipal.
“Necesitamos apoyos reales. Créditos viables, promociones que nos ayuden a mover los productos. El comercio es uno de los motores de Tecomán, pero no estamos viendo condiciones para salir adelante”, afirmó.
A esa crisis, afirmó, se suma una preocupación adicional: la temporada de lluvias. Con la llegada del temporal, la actividad agrícola suele detenerse, y con ello se reduce el poder adquisitivo de una buena parte de la población.
“Los meses que vienen no son fáciles. Si baja la producción en el campo, también baja el dinero en circulación. Y eso nos pega directo en el comercio”, concluyó.