Las y los diputados del Décimo Primer Parlamento de las Juventudes, celebrado en el Congreso del Estado, presentaron un amplio conjunto de propuestas legislativas y de política pública que reflejan las principales preocupaciones de la juventud colimense: la salud mental, la igualdad de derechos, el acceso a oportunidades educativas y laborales, la sostenibilidad ambiental y la necesidad de espacios más seguros y dignos.
Uno de los temas más reiterados fue la atención emocional. Varias iniciativas buscan llevar servicios psicológicos gratuitos a colonias y escuelas, instalar módulos de apoyo, crear líneas estatales de atención y organizar redes juveniles de acompañamiento. Las propuestas -entre ellas “Escuchar para sanar”, “Bienestar Juvenil” y “Mentes vivas, corazones fuertes”- coinciden en que ninguna persona joven debe sentirse sola o sin ayuda, y en que la salud mental debe ser atendida con la misma seriedad que la salud física.
Otro eje central fue la garantía de derechos. Se planteó la creación de una Ley Integral de Identidad de Género que reconozca la salud, educación y empleo dignos para personas trans; así como el establecimiento del concubinato en el ordenamiento estatal para dar certeza jurídica a miles de familias. También se propuso una ley para fortalecer la participación juvenil y promover la defensa de los derechos humanos, junto con la incorporación de educación jurídica básica desde edades tempranas para que cualquier persona conozca las herramientas legales necesarias para protegerse.
Las propuestas ambientales también tuvieron un peso significativo. Entre ellas se presentó un modelo para convertir la basura en un recurso económico mediante talleres de concientización, una reforma a la Ley de Aguas con responsabilidad empresarial, campañas de limpieza en parques y espacios estudiantiles y un exhorto a Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) para vigilar estrictamente las emisiones de transporte pesado. En conjunto, etas iniciativas buscan promover hábitos sostenibles, proteger el derecho a un ambiente sano y fortalecer la economía circular en las comunidades.
En materia de educación y cultura se propuso crear comités culturales comunitarios, establecer protocolos académicos para estudiantes lactantes, impulsar un Registro Estatal de Información para Juventudes que concentre becas y oportunidades de formación, y un programa de becas para estudiantes de escuelas privadas para evitar la deserción escolar por motivos económicos. Estas iniciativas buscan cerrar brechas, garantizar equidad y fortalecer la vida comunitaria desde la lectura y el acceso a herramientas educativas.
La movilidad, una de las principales problemáticas estudiantiles en el estado, generó propuestas como un Observatorio Estudiantil de Movilidad Segura, donde jóvenes reporten fallas y riesgos del transporte público, y un proyecto para crear y rehabilitar estaciones de autobús dignas, equipadas con iluminación, cámaras, botones de pánico y paneles solares. Ambas iniciativas buscan mejorar la seguridad y experiencia de quienes dependen del transporte para estudiar o trabajar.
También se abordaron temas de desarrollo económico y empleo juvenil. Se planteó crear un programa estatal que acompañe estrategias para generar trabajo para jóvenes, así como impulsar educación financiera y modelos de economía circular que permitan a las juventudes construir patrimonio, manejar mejor sus recursos y fomentar emprendimientos responsables.
Finalmente, otras propuestas buscaron incidir directamente en la construcción de entornos seguros, como talleres comunitarios de cultura de paz, programas de prevención en colonias, observatorios estudiantiles para detectar problemas escolares y reformas a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes centradas en prevenir adicciones, suicidio infantil y pobreza.

