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COLUMNA:  La espiral de Elliot

¡Tiempo poeta! La palabra dicha en un instante, es un eco infinito de la voz de Roberto Reséndiz Carmona en Zamora, Michoacán.

Por Juan Carlos Recinos

A Roberto “PatoMalo” Reséndiz Carmona,

a la Fundación Patos Malos (a Mónica Licea

a Estefanía Licea, la rumana, a Chong Wonm Lee

y a Héctor Monsalve, el poeta memorioso),

a los poetas, a la poesía.

El Encuentro Internacional de Poetas de Zamora, en su edición 26, ha concluido y con él se ha gestado un nuevo ciclo donde la palabra, la obra y el discurso de los invitados se abrió como una flor en el amanecer: la esencia de la vida ha sido un hermoso eco que ahora resuena por todo el mundo.  La palabra de cada poeta invitado fue una amalgama de diferentes texturas y colores, origen e idioma. Cada verso pronunciado se ha uncido al eco original, al instante infinito real que señala Alberto Destéphen en su libro “Instantes infinitos”. Este poeta hondureño, en el libro mencionado, sentencia de forma magistral la esencia de Roberto Reséndiz Carmona: en el centro de la fusión nos expandimos, danza de átomos, el foco de la gravedad que cruje, alma al borde de los sumideros.

El origen del universo y el Encuentro Internacional de Poetas de Zamora, Michoacán, nacen bajo la misma necesidad y el mismo tiempo, en confines inimaginables y con posibilidades infinitas para ordenar el caos del ser humano. El Encuentro Internacional de poetas de Zamora, Michoacán, de Roberto Reséndiz Carmona, junto con el de Medellín, Colombia, que organiza Fernando Rendón, son los más importantes en toda Iberoamérica, no por las grandes voces que se reúnen, sino por la función social que cumple la palabra: el vocablo como herramienta para el uso de la razón y el pensamiento del pueblo mismo.

Siempre me he preguntado ¿qué es la poesía? ¿por qué escriben lo que escriben los poetas? ¿tiene el mismo idioma la poesía? Estas preguntas no tienen respuesta, es inimaginable pensar que las podremos contestar algún día. Si algún día esto pasara, nuestro destino será como el del universo, nos vamos a contraer en el mismo lenguaje para reinventarnos de nuevo, y así hasta el infinito. Orden sobre el caos. Las preguntas antes mencionadas alcanzan una respuesta aproximada cuando el poeta habla. Nunca se cierra la pregunta, otro poeta la enriquece. Se comprueba lo que Octavio Paz le escribiera a Gimferrer “La poesía y la filosofía forman, para mí, un muy real pero invisible sistema de vasos comunicantes.”  Lo dicho por Paz encuentra su propia luz en este Encuentro Internacional de poetas de Zamora.

40 voces, 40 ecos, 40 nombres, 40 orígenes, 40 destinos, 40 universos, 40 rostros, 40 veces Roberto Reséndiz, 40 veces gracias. Así inició esta nueva posibilidad para la poesía, donde la palabra termina tatuada en el corazón.

Día cero

El Encuentro Internacional de Poetas de Zamora, inició para algunos en sedes alternas (Guadalajara, Ciudad de México y Metepec) y tuvo su punto de convergencia en el Hotel Fénix. Desde ahí, la palabra se abrió camino para no retornar a su origen. Hacia todas partes la palabra corrió como corre el agua cuando se abre camino, cuando vuelve al cauce que se había olvidado. La poesía en Zamora decretó de nueva cuenta que el mundo es un vértigo. La lista de poetas invitados la encabezó Adrell Romero, Alberto Destéphen, América Merino, Julieta López, Ana María Bustamante, Araceli Amador, Armando Salgado, Carlos Soriano, Citlalli Romero, Denni Zú, Diego Alexander Vélez Quiroz, Estefanía Licea, Estela Zanlungo, Félix Suárez, Francisco Estrada, Francisco Navarro Ruiz, Fredy Villanueva, Gustavo Vega, Héctor Monsalve Viveros, Ignacio Aru, Janitzio Villamar, Jesús González Mendoza, Jorge Arzate Salgado (seudónimo del poeta chino de la región de Shanghái, Chong Wonm Lee), Juan Arturo Terán, Juan Carlos Recinos, Katharina Wenty, Lauri García Dueñas, Mariana Vacs, Martha Elena Guzmán, Martha Fuembuena Loscertales, Martín Jiménez Serrano, Micaela Mendoza Hägglund, Milla van der Have, Mónica Rodríguez Licea, Pita Ochoa, Raúl Pacheco Herrera, Reynaldo Farías, Sarah González Añez, Sergio Garau, Tanya Cosío y Tònia Passola.

Día 1: Apertura o mainstream del patomalo

El amanecer en Zamora es maravilloso. El cielo azul medio aborregado y el canto de las aves es lo que antecede al río de palabras que se abrirá en 3,2,1… Todos van a leer y tendrán 8 minutos, esa es la sentencia de Roberto Reséndiz a todos los poetas. Antes de iniciar todos los poetas emigran a las escuelas de Zamora y de la región, esa es una de las cláusulas más hermosas de este festival, ir a leer a los chicos y hacerles ver a través del lenguaje lo hermoso del mundo y de las cosas que nos rodean, asimismo, hacerles ver que todo lo que nos pasa se puede convertir en lenguaje poético. Esa es la realidad y el objetivo de la poesía, todo lo demás es pose literaria.

(Cabe resaltar que los cánticos de los poetas impidieron que durmieran 2 bandas famosas de Ska mexicano que se hospedaban en el mismo hotel que los poetas, Salón Victoria y La Tremenda Korte, esta última terminó por apadrinar al festival en el 2023 y como un viejo mantra que sostiene al universo, el poeta Chong Wonm Lee dejó oír un: eeeeeeeeeeeeeejuntoscomohermanosbeeeeeeeeeeee eeeeerrrrrrrrrwommmmmmmmmmm).

Estrategias de lecturas

La lista de poetas invitados la encabezó Adrell Romero, quien, junto con Micaela Mendoza, presentó un libro arte objeto maravilloso, Poemancias. Las posibilidades de lecturas de este libro son: a 2 voces, mántica, lúdica de reinas, oracular y de arcanos mayores. Incluso, se puede saltar de carta en carta como si fuera una rayuela. Las cartas de este libro-baraja están dispuestas para que el lector se asome de la misma manera que lo hace ante un poema, para interpretar en las palabras la esencia misma del poema, el futuro de la vida misma.

Cuadro de resiliencia de Armando Salgado (Premio Nacional de Poesía Rodulfo Figueroa 2020) es un libro que, de principio a fin, nos narra nuestra propia vida en silencio. Ninguno de los 4 personajes del libro ha existido en carne y hueso, pero ¿por qué lo que narran nos define con exactitud? La luz en su alumbramiento y la forma que van tomando las cosas al ser descubiertas por esta, se parece a lo que nos propone el autor en el imaginario de cada poeta que, como un punto cardinal de la rosa de los vientos, nos muestra que todas las visiones (y recuerdos) del hombre son señales de nuestra memoria viva.

Morir en vano de Héctor Monsalve es uno de los discursos poéticos más sinceros de la poesía chilena actual, asimismo, cada poema de este libro es un cuchillo caliente que nos corta por la mitad y nos cuestiona por el pasado, de la misma forma en que un individuo lo hace con una cicatriz ¿cuándo sanará la herida? El mundo es sencillo y no hay que esperar una respuesta que nos deje satisfecho ante lo que el poeta enuncia. ¿enterrar es olvidar? Nos dice el poeta, quizá sea cierto esto, pero nadie puede probarlo. Se puede mostrar la herida, la sangre, las marcas de la tortura y el dolor, pero poeta, como afirmó Yorgos Seferis en su poema Jueves: “No arrojéis a los perros vuestro corazón”.  Estamos a merced del tiempo construyendo la memoria.

En la poesía de Jorge Arzate Salgado (seudónimo del poeta chino Chong Wonm Lee) todo parece distancia, pero no es así, la lejanía es parte de la construcción poética y de los recuerdos, el eco de la palabra al ser pronunciada es el reconocimiento del mundo que está creando, la distancia no es olvido, es un hallazgo que desafía lo que la luz revela. Quien lea la obra de este poeta, no asistirá a una lectura confesional, no, asistirá a una alianza de amor a la vida, única acepción donde se reconcilia el hombre y Dios.

En la antigüedad se señaló que los 4 elementos, aire, agua, fuego y tierra, daban forma al universo y otorgaban la vida. Esa resonancia filosófica, es hoy una creencia que no revalida lo que la ciencia nos ha otorgado como verdad.

La dádiva que nos ofrece Arzate Salgado en esta nueva lectura de, Sirena de tule es el mejor ejercicio reflexivo que otorga luminosidad al lenguaje del poeta, conquista nuevas realidades a partir de la memoria que recrea en los recuerdos de los habitantes de Almoloya del Río. Pasado y presente unidos por el mismo hilo luminoso que circunda la vida. Un diálogo de voces nos narra lo que hemos perdido, pero también nos privilegia que la única manera de retener en la memoria estos recuerdos es cifrar las voces de los habitantes y recuperar lo que aún vive en la tradición oral. Este libro de Arzate Salgado reactiva la memoria y reformula un diálogo que ha permanecido en silencio. El tiempo, la memoria, el amor, todo se multiplica, otorga un nuevo rumbo a las cosas, que son demasiadas y que son sombras, testimonios que demuestran y evocan un desgarramiento frente a lo que hemos perdido.

Putrefactio es una rareza en la joven poesía mexicana. Es un libro que obligadamente la autora nos hace voltear a la Historia para entender el color del mundo y la máscara de las cosas. Citlalli Romero es la poeta más tímida del mundo que conozco y comulga en su discurso la alquimia de la palabra. En sus poemas no hay meta que alcanzar porque todo se transforma y se renueva.

En la alquimia, el azufre y el mercurio, fueron Adán y Eva, así lo planteó Arnau de Vilanova, después Paracelso añadió la sal, y la vitalidad de estos elementos representó el principio del pensamiento. El alquimista y médico Josefo Quercetano, en el Siglo XVI, indicó que el proceso alquímico sigue hasta 12 operaciones: 1) Calcinatio. 2) solutio. 3) elementorum separatio. 4) coniunctio. 5) putrefactio. 6) coagulatio. 7) cibatio. 8) sublimatio. 9) fermentatio. 10) exaltatio. 11) augmentatio. 12) proiectio.  La quinta operación parece ser el fuego de la descomposición de la materia prima, el plexo del cuerpo humano.  Burckhardt afirmó que el cuerpo humano es el verdadero horno alquímico. Para Citlalli Romero el lenguaje es la descomposición de la realidad en una imagen simplificada del cosmos. A partir de la reinvención de las palabras, la poeta crea el espíritu de las cosas que nombra. Todas las cosas necesitan reducirse a nada, y no es destrucción esa acción, es la naturaleza misma de la alquimia. Fuego, aire, tierra y agua hacen una argamasa lingüística desde donde parte un río verbal:

Para que yo naciera

la Tierra tuvo que desgarrarse 2 veces

al instante del grito tardío de mi garganta

devino agua.

Así inicia el Génesis de su periplo Citlalli Romero, todo lo demás es movimiento verbal ascendente.

Otro de los libros que me ha conmovido hasta la médula, es la obra del poeta Raúl Pacheco Herrera, poeta peruano que, con su libro Madrugadas de pánico, pone en alerta todos mis sentidos y me deja con el espíritu transfigurado. Aún resuenan en mi cabeza sus palabras tengo miedo de pronunciar tu nombre, porque tras gritarlo solo queda el silencio. Es cierto, siempre queda el silencio, incluso después de la muerte. Incluso después de la partida y el encuentro con los amigos. El poeta de Cusco es una lectura obligada. Su palabra es una estrategia para sobrevivir en la cotidianidad. La última vez que lo vi llevaba puesto un sombrero como pequeñas alas puestas en su cabeza, la mochila de su hija y la palabra viva en su corazón. La poesía es el motivo de este recuerdo vivo que se convierte en un anzuelo para conquistar nuevos territorios, Roberto Reséndiz Carmona lo sabe, es el PatoMaloMayorDeLaLegiónDeHonorDeLaPoesíaDelMundo. Es momento de iniciar la cuenta regresiva. Si hay uno que no crea lo que digo, tendrá que venir a la tierra del gran PatoMalo y comprobar que la magia existe. La poesía es eso, una realidad encadenada para crear nuevos mundos.

¡TIEMPO POETA!

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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