Corta dos orejas Antonio García ‘El Chihuahua’ en la última corrida de feria

Antonio García El Chihuahua, que vistió de azul marino y oro, fue el triunfador de la segunda corrida formal de los Festejos Charrotaurinos de Villa de Álvarez, donde cortó orejas a “Concierge” de 495 kilos y a “Fish” de 485, segundo y quinto de la tarde, respectivamente, con un par de garapullos.
Así, el matador se convirtió en el ganador de la temporada en La Petatera villalvarense. Por su faena, el juez Benjamín Velazco le otorgó 2 orejas a petición del público que llenó los tendidos del coso taurino.
El ganador de la tarde tuvo con “Concierge” una buena tanda de derechazos y naturales, adornados con molinetes y forzados de pecho que fueron del agrado de un público que le aplaudió y festejó todo lo que el diestro matador hizo en el ruedo. El matador dejó buenos pares de banderillas en los lomos del toro, y al tirarse a matar logra una estocada en buen sitio, hasta los gavilanes. Eso le valió su primera oreja de la tarde.
Con “Fish” fue una faena similar, pues El Chihuahua inició con algunas chicuelinas antiguas, rematadas con media verónica, luego con la muleta. La faena la remataba con tandas de buenos derechazos y naturales, adornadas con molinete y pases rodilla en tierra, todo ello para agradar al respetable. Al tirarse a matar, el torero pega un pinchazo hondo, y en su segunda oportunidad mete el estoque completo y recibe aplausos de los aficionados quienes exigen la segunda oreja para el diestro chihuahuense.
Por su parte, el rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza, lució toreando a la grupa y al estribo con sus dos de la tarde. Estuvo fino con las banderillas, pero se le escaparon las orejas al tirarse a matar, ya que en sus astados de nombres “Jac”, de 490 kilos, y “Faw”, de 530 kilos, estuvo errático al momento de clavar el rejón de muerte. En ambos toros pinchó en su primer intento.
Por su parte, Arturo de Alba, diestro tapatío que tiene escasos 11 meses de haber tomado la alternativa, estuvo voluntarioso con capote y muleta, y aunque mostró pinceladas de buen toreo, la gente no conectó con él y por momentos parecía que estuviera toreando solo en el coso villalvarense.
A De Alba le tocaron en suerte los astados de nombres “Bebé” y “Pollo”, de 520 y 515 kilos. Su faena fue derechista, aunque por momentos toreó por naturales y se adornó con pases de pecho y toreando rodilla en tierra, arrancando en ocasiones aplausos del respetable, que no valoró su entrega y pundonor.