EDITORIAL: Fin de ciclos (II)

El fin de ciclos a los que está llegando Colima -en referencia a las administraciones públicas municipales y estatal, sin olvidar el Poder Legislativo-, bien puede ser ese necesario punto de inflexión para comenzar a trabajar en revertir las diferentes crisis que actualmente enfrenta nuestra entidad y que, de una u otra forma, crispan el ambiente y paralizan el desarrollo.
Ese punto de inflexión debe servir para hacer esa necesaria pausa que invite a la moderación y replanteamiento de posturas. Sin renunciar a principios, ideologías, modelos, derechos o legítimas aspiraciones, los actores políticos o no, activistas, empresarios o líderes de diversa índole, deben estar conscientes de que las crisis deberían ser vistas como verdaderas oportunidades para crecer, innovar y proponer soluciones desde la responsabilidad social y la pertinencia.
Bajo ese planteamiento, es muy posible lograr que los pasivos se vuelvan activos, que el encono se transforme en conciliación y el enfrentamiento en trabajo y solidaridad. Es necesario tener esa disposición para que el estado vuelva a transitar por el camino de la paz social y el crecimiento económico.
No es una utopía, se trata de un anhelo que requiere del esfuerzo de todos. Nosotros, como comunidad universitaria, orgullosos miembros actuantes de un gran proyecto institucional que encabeza nuestro Rector Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, seguramente nos sumaremos a todas esas voluntades y proyectos que tengan esa intención.
Es justo revalorar nuestros alcances como sociedad, para revalorar voluntades y capacidad; el acercamiento es mucho más beneficioso que el distanciamiento. La Universidad de Colima, le apuesta por la cooperación solidaria como vía para alcanzar mejores resultados aún en tiempos difíciles.