EDITORIAL: Rendición de cuentas (III)
A la espera del informe del Rector Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño el próximo 15 de diciembre, la Universidad de Colima, sus planteles y dependencias, a través de sus titulares, ha cumplido con un intenso y amplio programa de rendición de cuentas de un 2020, un año difícil y muy complicado por el reto que para la humanidad significó la pandemia de coronavirus Covid-19.
La alerta sanitaria impactó en todos y cada uno de los aspectos y sectores de la sociedad. La educación superior, nuestro rublo, por supuesto que no fue la excepción. La adaptación, innovación y hasta la imaginación fueron los instrumentos valiosos para convertir a marcha forzada, de manera urgente, la anormalidad en normalidad.
En ese sentido, los universitarios hemos respondido con esfuerzo, dedicación, responsabilidad y lealtad hacia nuestra institución. Ello se ha reflejado en los citados informes, donde la austeridad y la racionalidad en el gasto -sin que ello impacte en la calidad de la educación que imparte la Universidad de Colima- han sido la tónica.
Todas las áreas y unidades de la Universidad, a través de sus informes, se han ratificado como agentes de rendición de cuentas y de la transparencia de la Institución, lo cual asegura su gobernabilidad.
Para el siguiente año, y esto no se debe de perder de vista, las universidades e instituciones de educación superior solo tendrán acceso al presupuesto ordinario que transfiere la Federación, al que entregan los gobiernos estatales y a los recursos que generen las instituciones. En 2022 no habrá más recursos concursables.
Ante ese panorama, cobran relevancia e importancia las palabras al respecto de nuestro Rector: “El tema de la austeridad y racionalidad del gasto tiene que convertirse en un principio básico en la Universidad; esto nos permitirá salir adelante con todas las encomiendas que tenemos como institución, por lo que les pido que me ayuden a transmitir este mensaje para que no solo sea un discurso, sino que se convierta en una realidad”.
Si nos sumamos todas y todas, convencidos y conscientes de lo que nuestra Alma Mater nos requiere en este momento y a corto plazo, nuestro trabajo seguirá teniendo esos efectos importantes en la sociedad y en el entorno.