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Guía Ceballos a un Real Madrid de 2 caras

Al ritmo que marca un pletórico Dani Ceballos, un Real Madrid de 2 caras respondió al Barcelona, devolviendo a 5 puntos la desventaja con el líder, gracias a un gran gol de Marco Asensio y otro tras carrera veloz de Vinícius, que aumentaron la crisis de un Valencia inofensivo.

El Real Madrid regresó a la duda en su primer acto y se gustó en cuanto apretó el acelerador en el segundo para no ver LaLiga alejarse a inicios de febrero. 8 puntos con el Barcelona, teniendo que visitar el Camp Nou, habría sido una distancia históricamente insalvable. Asensio y Vinícius lo evitaron.

El Valencia encontró, con la llegada de Voro, algo de estabilidad defensiva bajo un 4-4-2, con Castillejo en banda derecha para la ayuda defensiva con Vinícius y Lino en izquierda. El físico de Musah lo más cerca posible de Cavani, dificultando el inicio de jugada madridista.

Juntó Ancelotti a Modric y Ceballos buscando calidad en la posesión. El momento de Dani es tan exuberante que aumenta la sensación de apagamiento de Luka. El Real Madrid perdonó en el arranque, una clarísima de Marco Asensio que le sacó Mamardashvili abajo en el mano a mano, y especuló.

Benzema inventó un taconazo que habría sido asistencia de oro para el recuerdo si Asensio, que la rompió de zurda antes de apostar por la colocación, no se hubiese topado con Paulista, salvador bajo palos.

Pese a ello el Valencia no sufría. Daba síntomas de cierta debilidad defensiva, pero encontró en el desacierto de Asensio un factor que aumentó su confianza. Se repetían protagonistas en una falta lateral de Marco que salvó peinando el esférico Paulista, e incomprensible fue la acción del segundo pase de gol de Karim a Asensio que no golpeaba con precisión o el disparo blando de Vinícius escorado. Sin encontrar su futbol, el Real Madrid había perdonado a un Valencia que nunca inquietó a Courtois.

Se despedía el primer acto cuando llegó la acción de la polémica. Un despiste de Foulquier en su marcaje en un saque de esquina, permitió a Rüdiger marcar de cabeza. Lo celebraba el Bernabéu cuando desde el VAR avisaron al colegiado que acabó anulando el tanto por una de tantas pugnas que existen en el futbol en cada acción a balón parado. El forcejeo de Benzema con Musah era castigado. Hasta con amarilla para el delantero francés en medio de la incomprensión absoluta.

Marco Asensio, con un zurdazo lejano marca de la casa, firmó un golazo desde la esquina que fue pura reivindicación ante un futuro en el aire.

En apenas 2 minutos todo quedó sentenciado. Habitual en un equipo sin confianza como el Valencia que se desplomó. Con Ceballos gustándose, iniciando jugada con un taconazo, el pase al espacio de Benzema a la carrera de Vinícius. Velocidad y definición en carrera del brasileño. El Real Madrid se había desatado. En esta ocasión no hacía falta arrebato final.

El despertar madridista provocó la versión repleta de inseguridad de un Valencia acechado por su situación, un punto de los 12 últimos, con la zona de descenso acechando. Mamardashvili evitó la goleada salvadora ante Modric y con una estirada al disparo ajustado de Fede Valverde. La ansiedad la digirió mal Gabriel Paulista que se tomó la justicia por su mano frenando con una patada a destiempo a Vinícius que le costó la expulsión. La imagen de un equipo que necesita un punto de inflexión con urgencia.

Con información e imagen de EFE

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