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La FIFA estaba detrás de la Superliga, según The New York Times   

La Superliga no fue un proyecto rápido y sacado de la manga de repente. Fue algo pensado, que inició conversaciones desde el 2019, con el acuerdo de casi todos los equipos más poderosos y, según ha desvelado ahora el The New York Times, con una condición esencial, y tan secreta “que se le dio un nombre en clave(A22), incluso en los contratos compartidos entre los fundadores”, asegura el periódico estadounidense en su investigación.

Este jueves The New York Times publicó que a pesar de que Gianni Infantino, Presidente de la FIFA, se había pronunciado públicamente en contra de dicha competencia, en las sombras no solo estaba de acuerdo, sino que tenía preparadas ciertas sorpresas para los equipos que la jugarían.

El diario norteamericano detalla con fuentes citadas y documentos presentados, que un consorcio de dirigentes tuvo reuniones y conversaciones con Matias Grafstrom, mano derecha de Infantino.

En publicación se explica que “Esos documentos hacen referencia a la necesidad de que los fundadores de la Superliga lleguen a un acuerdo con una entidad etiquetada oblicuamente como W01, pero fácilmente identificable como la FIFA, el organismo rector del fútbol mundial. Ese acuerdo, según los documentos, era una condición esencial para la implementación del proyecto de la SL”.

El documento detalla cómo Infantino y la FIFA traicionaron a los clubles de la Superliga cuando su apoyo hubiese sido fundamental para la fortaleza del proyecto. Desde la Superliga aseguran que el proyecto iba a seguir sin que fuera necesario el apoyo de las instituciones. Pero nunca se esperaron una reacción como la que se vivió.

The New York Times asegura que días antes de aquel domingo en el que se hizo oficial el anuncio de la Superliga, Alexander Ceferin, presidente de la UEFA, se comunicó con Infantino para saber su postura y éste le dijo que no estaba de acuerdo con el torneo y juntos salieron los primeros días a refutar a los 12 “rebeldes”, situación que causó extrañes en el consorcio que ya había tenido acercamientos con el dirigente de FIFA.

Sin embargo, NYT asegura que, tras media docena de entrevistas con ejecutivos del fútbol, incluido el propietario de un club de la Superliga, “Infantino presidente de la FIFA, conocía el terremoto que iba a suceder y, lo más importante, sabía que algunos de sus lugartenientes más cercanos habían mantenido durante meses -hasta al menos finales de enero- conversaciones sobre el respaldo de la FIFA a la liga escindida”.

El periódico es contundente: “A mediados del año pasado, los asesores de A22 les decían a los clubes que la FIFA estaba de acuerdo, según el propietario de un club de la Superliga”. En diciembre, Florentino anuncia cambios en el fútbol en la asamblea del Real Madrid y es este año cuando sale a la luz todo. Cuando Ceferin, presidente de la UEFA, se entera del proyecto, va a hablar con Infantino y le pregunta directamente si estaba involucrado en el plan. Infantino dice que no, pero tampoco asegura que vaya a hacer una declaración contundente en contra. Después ve las reacciones, sobre todo de aficionados de la Premier, y se cambia de bando”.

Al final de cuentas, la Superliga no será, a menos no en un futuro cercano, 9 de los 12 fundadores abandonaron el proyecto tras las presiones de sus ligas, reclamos de sus aficionados y hasta amenazas de los gobiernos de sus países.

 

 

Con información de La Razón.

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