Oscar Olea lleva más de 20 años como bolero en el jardín de Tecomán y este sábado fue la primera vez que las autoridades le pidieron retirarse a su casa, un elemento de Protección Civil, acompañado de un funcionario de Salud y un guardia nacional, lo invitaron a levantar sus cosas y retirarse para evitar contagios por Covid-19.
Sin poner resistencia, comenzó a guardar sus implementos de trabajo, y a pesar de que estuvo toda la mañana en los portales del jardín, se fue sin una sola ganancia. Terminó de acomodar sus enceres, para murmurar entonces: “Pues simplemente no voy a llevar dinero a la casa hoy”.
Oscar gana 300 pesos al día, a veces -cuando le va bien- puede llevarse hasta 500, pero hoy no fue el caso y no lo ha sido desde que empezó la contingencia. “Ya había venido bajando el trabajo, pero hoy no alcancé a tener ni un cliente, tampoco me dijeron cuándo me voy a poner, nomás que levantara”, lamentó.
Cuando se le preguntó qué haría ante esta situación, después de pensarlo un poco dijo: “Por lo pronto irme a la casa, ya mañana, pasado, a ver qué, tengo dos hijas y un nieto. Espero que en unos días más, si no me dejan trabajar pues ojalá nos apoyaran”.
Oscar comprende los riesgos de trabajar durante la contingencia sanitaria, pero “si uno se enferma o no come qué se gana, es lo mismo, el gobierno viene y cierra o levanta, pero ellos tienen seguro su sueldo y uno no, ese es el problema”.