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Sufre Real Madrid pero avanza a Semis de la Copa del Rey

Un Real Madrid con 2 caras, sometido en el primer acto y desatado en el segundo, accedió 4 años después a las Semifinales de la Copa del Rey, tras una remontada levantado guiada por Rodrygo, que castigó la versión más valiente del Atlético de Madrid de Diego Simeone, que se despidió en inferioridad en la prórroga de la pelea por los títulos.

El Real Madrid mascó la impotencia en cada acción errónea de un desconocido Fede Valverde. Por lo que las únicas acciones intimidatorias nacieron bien de pérdidas de Morata o de una imprecisión en salida de balón.

Así perdonó Vini la única clara del primer acto. Encontró a Benzema que inventó la pared, pero, en vez de chutar con todo para hacerlo, optó por controlar y Reinildo actuó de salvador. Tan decisivo como en un corte al pase filtrado de Vinícius que dejaba solo a Modric. No hubo más apuros para el Atlético en una primera parte que tiñó de rojiblanco.

Tras un primer intento de Correa desviado, encontrando espacios que explotar en el flanco de Mendy, donde picó el balón Koke para la aparición como un rayo de Nahuel que puso de primeras, con tanta tensión como precisión, un regalo al gol de Morata a los 19 minutos.

El golpe no motivó la reacción del Real Madrid que le costó interpretar el partido. Se topó con la convicción de un Atlético de Madrid cómodo desde la posesión y el dominio, que desaprovechó el momento de golpear a un rival que se tambaleaba. Oblak solo tuvo que responder a un disparo blando de Valverde y vio como Militao en vez de marcar, evitó el gol en una falta envenenada de Kroos.

El Real Madrid salió volcado tras el descanso, con mayor agresividad en la pelea por cada balón, instalado en campo contrario.

El plan de Simeone no pasaba por encerrarse tan temprano, con tantos minutos por delante. De su plan inicial regresó a lo habitual cuando quitó a un delantero, Morata, para meter un medio, Witsel. Su equipo se había desdibujado y buscó protegerse del vendaval en el que se convierte el Real Madrid cuando juega con más corazón que cabeza. Imprimió locura y al Atlético le faltó templanza, anestesiar un partido que adquirió un ritmo que no le interesaba.

Tras un disparo cruzado de Nacho que rozó de taco Valverde, otro disparo arriba del uruguayo antes de dejar el partido o la primera parada de mérito de Oblak, con guante firme al disparo de Benzema antes de que Savic evitase el gol de un Vinícius lento para convertir el rechace en gol.

Cuando pudo correr el Atlético de Madrid le faltó pegada, precisión en la zona que decide partidos. Había perdonado Griezmann el contragolpe más claro, con una mala elección en el pase final tras la carrera. Se había topado el francés con el vuelo de Courtois a su falta a la escuadra, cuando apareció Rodrygo tras sacar del armario su disfraz de salvador de la Liga de Campeones.

Witsel, pisando la pelota con confianza antes de realizar 2 recortes a los centrales y definir de derecha en una acción de futbol sala, donde no la esperaba Oblak.

Con Marco Asensio, Rodrygo, Vinícius y Benzema juntos, que bien pudieron evitar la prórroga, con un disparo lejano de Rodrygo buscando la escuadra, como perder el partido. Lo evitó Courtois, que siempre aparece, con una mano abajo a Memphis en el 90’ después de que Griezmann perdonó el pase a Semifinales. Solo, tras el pase de primeras de Witsel, apostando por la potencia en vez de la definición. Mandando al limbo las esperanzas rojiblancas.

Ahí perdió el partido el Atlético de Madrid. Tras desarmar las virtudes del rival y mantenerse en pie al huracán blanco. Condicionado en la prórroga por un pique absurdo de Savic con Vinícius, en la pelea por el balón con el juego detenido, que costó la amarilla a ambos. Minuto y medio después se transformaba en roja para el defensa montenegrino cuando llegó tarde a la carrera de Camavinga.

Con 10 se convertía en un imposible para un Atlético que nunca dejó de luchar. En defensa de 5 hasta que a los 103 minutos Benzema puso su firma a la remontada, tras mover rápido el balón ante un rival encerrado, el centro de Asensio y favorecido de un mal remate de Vinícius. En el segundo palo, donde esperaba su momento, Karim desató la locura en el Bernabéu y Vinícius, no podía ser otro, puso el broche con el tiempo cumplido.

Una nueva remontada de un equipo que se sobrepone a todo y acabó defendiendo ante la falta de puntería rojiblanca que se despidió en pie de la Copa, resignado su curso a la pelea en Liga por un puesto en la próxima edición de la Liga de Campeones.

Con información e imagen de EFE

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