Este martes 11 de junio se desarrolló el foro denominado “Violencia de género y sus efectos”, dirigido principalmente a diversas organizaciones de mujeres, teniendo como sede el Congreso del Estado. Las ponentes fueron la Maestra Yesenia Rubí Graciano y la Doctora Iliana Columba, con la Doctora Sailis Quesada Requejo como moderadora. El evento fue coordinado por la diputada petista Elizabet Mendoza.
Durante el foro se mencionaron los signos de la violencia, que muchas veces no son detectados por quienes la están sufriendo, pues para muchas personas que la han padecido de manera sistemática, se vuelve una práctica común y no la saben diferenciar. Además, se destacó que cualquier terapeuta que atiende a mujeres con temas de violencia de género podrá señalar que la violencia psicológica es predominante.
La Doctora Sailis Quesada Requejo presentó el reporte de 2016, en el que se destaca que el 76% de las mujeres encuestadas han experimentado algún tipo de violencia a lo largo de su vida. En el reporte de 2021 se indica que el 70% ha presentado algún tipo de violencia, lo que, según la ponente, podría significar que la gente ha tomado conciencia de que “lo que me pasó sí era violencia” y ahora lo reportan. Alternativamente, la violencia podría haberse vuelto más estratégica y menos letal en lo inmediato, pero sí perjudicial a largo plazo.
Por otra parte, la violencia de género es una cuestión de diferencia de poder, basada en ideas erróneas sobre cómo deberían ser los seres humanos, lo que limita la libertad del individuo de ser como debería ser, según Yesenia Rubí Graciano, quien añadió que estadísticamente las más afectadas son niñas y mujeres, aunque el concepto de “en razón de género” también alcanza a otros humanos con conductas femeninas o a varones con una tendencia muy feminizada.
La ponente destacó que “es crucial señalar que la violencia contra las mujeres no se trata de una cuestión biológica ni doméstica”. Dijo que se debe trabajar mucho en la sensibilización sobre la violencia y que “si no tienes la más mínima conciencia, porque no te toca esta experiencia ni tienes los indicadores de las escalas, probablemente vas a decir: ‘¡Ah, mujeres revoltosas, van por ahí pidiendo derechos, si ya ni violencia hay!’. Eso probablemente sea por ignorancia, porque tenemos una cultura de violencia y hay quienes somos conscientes de ella y quienes no”.
En otra parte de su exposición, dijo que la violencia psicológica “es instrumental, lo que significa que es intencional, y al ser instrumental e intencional, resulta operativa y para algo me sirve; es decir, tiene la utilidad de mantener un determinado orden de valores estructuralmente discriminatorios por excelencia para las mujeres”.
