El Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Ecuador, advirtió de un aumento de cadáveres sin identificar en sus depósitos, debido al incremento de la violencia criminal en el país, donde el Gobierno mantiene declarado un “conflicto armado interno” contra las bandas del crimen organizado.
La unidad forense del Estado indicó en un comunicado que ha registrado un mayor número de cadáveres sin identificar sobre todo en un centro ubicado en la ciudad de Guayaquil, la capital de la costera provincia de Guayas, y que cubre las llamadas zonas 5 y 8.
La zona 5 de planificación comprende las provincias costeras de Guayas, Santa Elena, Los Ríos, la insular de Galápagos y la andina de Bolívar; mientras que la 8 abarca Guayaquil y su área metropolitana.
Según el servicio forense, en el laboratorio de criminalística de Guayaquil existe un mayor número de cadáveres que no han sido identificados ni reclamados por sus familiares.
Por ello, la unidad ha intensificado los procedimientos técnicos y científicos a fin de “agotar los métodos de identificación para posteriormente aplicar el proceso de inhumación en cumplimiento de la normativa legal vigente” y “en respeto a los derechos de las víctimas y la dignidad humana”.
Sin embargo, aclaró que 2 contenedores de refrigeración en el centro de Guayaquil han sufrido daños por las variaciones de voltaje ocurridas durante los periodos de racionamiento de energía aplicados por el Gobierno a escala nacional en abril pasado, con apagones que duraron hasta 13 horas diarias en varias ciudades.
El servicio forense remarcó que gracias a un proceso de mantenimiento de los depósitos de cadáveres, conforme a la ejecución de las garantías contractuales, uno de los contenedores averiados ya está en funcionamiento.
Ecuador está envuelto en una espiral del crimen desde hace unos 3 años, con frecuentes masacres en las cárceles entre 2021 y 2023, en un estado de violencia que también saltó a las calles.
Justamente, un repunte del crimen atribuido a bandas ligadas al narcotráfico estalló a principios de este año cuando el presidente del país, el empresario Daniel Noboa, impulsó el llamado “Plan Fénix” para encarar la situación.
Esa estrategia la reforzó al declarar un “estado de excepción” que extendió hasta abril y una situación de “conflicto armado interno” aún en vigor, con la que el Gobierno ha pasado a catalogar a las bandas criminales como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales.
La creciente ola de violencia criminal ha hecho que Ecuador haya pasado a figurar entre los países más violentos de Latinoamérica, con una tasa de homicidios de 47 por cada 100 mil habitantes en 2023, según datos del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO).