El presidente del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Colima (Cesavecol), Miguel Ángel Espinoza Hernández, anunció que este año arrancará en el estado una campaña contra la plaga del picudo prieto, insecto que se reproduce en palmares causando la muerte de la planta y por consecuencia muchas pérdidas al sector de los cococultores, un problema que calificó como “gigantesco” y a la vez difícil de abordar porque los involucrados no confían en que se aplique el recurso.
Comentó que la campaña se realizará en un 100% con el apoyo del Gobierno del estado, y aunque se supone que la iniciativa privada, es decir, productores e industriales, iban a entrar con más recursos, todavía no empiezan a aportar, algo que dijo podría ser por apatía y desconfianza, “como cada quien ha estado trabajando por su lado en sus huertos, tienen cierta desconfianza en desviar dinero para otro lado que no controlen”.
A pesar de la incredulidad de los productores, el funcionario se mostró confiado y aseguró que cuando empiecen a ver la campaña, seguramente habrá más apoyo de los productores.
Explicó que el único cultivo afectado por el picudo es la palma porque ahí es donde se reproduce y la mata, pero come plátano, caña, papayos, melones o sandías; “entonces tiene mucho alimento en la zona, aunque al final del día solo se reproduzca y mate a la palma de coco, es decir que todos los de alrededor pueden ser un atrayente pero el afectado es el coco”.
A este problema le sumó que el negocio de la palma no es tan rentable como otros, o bien, se dificulta más la parte de la inversión. Refirió que el fenómeno que se da es que es la mayoría de productores de coco saben que por este problema en la huerta se mueren de un 50 a 70% de las palmas, “entones somos reacios a invertirle y cuando lo haces se te muere el 40% que sigue siendo muchísimo, esa es la parte complicada y por la que necesitamos del apoyo del Gobierno, porque el productor difícilmente lo va a poder costear”.
En cuanto a la campaña, dijo que ya hay contacto con las asociaciones para que la industria también apoye y trabajar de la mano, a pesar de que hay mucha desconfianza por el manejo del dinero. “Estamos tratando de unirnos, para entre todos atacar el problema, porque sí es bastante grave si consideramos que la mayoría de palmares son viejos, de al menos 30 metros de altura que no pueden ser tan productivos como las plantaciones nuevas que tienen 2 a 5 metros y producen mucho más, pero están siendo atacadas”.