Armando Reyna Magaña, en una entrevista, aseguró que nunca ha sido un hombre de confrontación y que, una vez asuma su cargo como alcalde de Tecomán en octubre próximo, continuará observando esa conducta.
“No le voy a apostar a la confrontación”, afirmó al ser cuestionado sobre los temas pendientes que tiene el ayuntamiento con la clase trabajadora. “Lo que me toque hay que resolverlo. Si hay laudos que pagar, se tienen que pagar. Si no hay dinero, pues hay que buscarlo. El sindicato debe entender; ellos conocen la situación del ayuntamiento y no pueden exigir algo que no se puede pagar. Tenemos que llegar a acuerdos y platicar cada tema para entablar una buena relación y trabajar sin perder de vista que lo hacemos para los ciudadanos, quienes no quieren pleitos. Vamos a ponernos a trabajar, cada quien en lo que nos toca, resolviendo los problemas”, subrayó.
Reyna Magaña enfatizó la importancia del diálogo con todas las partes involucradas: “Vamos a esperar paso a paso y empezaremos a entablar diálogo con todos para que sientan la confianza de que no vamos a llegar a hacer otra cosa más que trabajar en equipo. La invitación está abierta para el sindicato y para las fuerzas que estarán representadas en el Cabildo”, indicó.
Sobre la visión compartida para mejorar Tecomán, añadió: “Lo que todos proponen es que tengamos un mejor Tecomán, y es momento de trabajar juntos, aunque no coincidamos en ideologías. Si las cosas se hacen pensando en la ciudadanía, esto debe caminar y entregar buenas cuentas”.
Respecto al suministro y escasez del agua potable, Reyna Magaña señaló que no es exclusivo de Tecomán y por ello opinó que “se tiene que implementar la participación federal para la rehabilitación y mantenimiento, desde pozos hasta redes. Debemos aprovechar lo que esté al alcance y fortalecer la gestión de recursos de la mano con todos los entes de Gobierno”.
Finalmente, Reyna Magaña habló sobre la recolección de basura y aclaró que “ese contrato se va a terminar; no se puede extender más allá de una administración. Revisaremos y, si no hay condiciones para seguir el arrendamiento, compraremos. No tengo compromiso y haremos una evaluación de lo que nos conviene más. Si al comprar ahorramos, eso quiero apostar. Quiero una administración más austera, eficiente y honesta. Mientras se manejen bien los recursos, todo va a salir bien”.