El próximo canciller, Juan Ramón de la Fuente, aseguró que “la agenda internacional tendrá continuidad”, a la vez que se comprometió a subrayar la “larga tradición diplomática de excelencia y de país mediador” de México.
Así lo indicó De la Fuente tras ser designado por la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, como encargado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), durante los primeros anuncios que la próxima mandataria dio de su gabinete.
“La agenda internacional tendrá continuidad porque hay muchas cosas muy buenas que hay que consolidar y mantener. Y también ir incorporando algunos cambios dependiendo de las circunstancias”, señaló el exrepresentante de México ante Naciones Unidas entre 2018 y 2023.
La actual canciller, Alicia Bárcena, se mantendrá en el gabinete, pues ha sido designada como secretaria de Medio Ambiente
De la Fuente, de 72 años, subrayó que con Sheinbaum “va a haber un gran gobierno” y que “va a saber estar a la altura de las circunstancias”.
“En el ámbito internacional hay muchos retos, pero estamos preparados para afrontarlos con inteligencia, con seguridad. Y viendo sobre todo siempre, y en primer lugar, por los intereses del pueblo de México”, aseguró ante los periodistas.
En este sentido, destacó que México es “un país que tiene un gran prestigio internacional” y con “una política exterior que está sustentada en principios constitucionales muy claros”, lo que “permite tener relaciones amistosas con todos los países del Mundo”.
“Tenemos una larga tradición diplomática de excelencia, de país mediador, y desde luego que vamos a honrar esas tradiciones”, aseveró.
Entre los retos, De la Fuente citó “la defensa de los derechos y necesidades” los mexicanos “en Estados Unidos y otros lugares del Mundo”.
El futuro canciller asumirá el cargo poco antes de las elecciones en Estados Unidos, primer socio comercial del país, y en medio de una compleja crisis migratoria regional.
También con crisis diplomáticas abiertas con 2 países latinoamericanos: Ecuador, con el que López Obrador rompió relaciones tras el asalto a la Embajada mexicana en Quito, en abril pasado, y Perú, donde las autoridades declararon persona non grata al embajador mexicano en ese país a finales del año pasado.