El Gobierno de Javier Milei defendió su política de derechos humanos y rechazó las críticas vertidas por el alto comisionado de la ONU, Volker Türk, al indicar que “los derechos de todos los argentinos están absolutamente garantizados”.
“No se preocupe tanto por la Argentina. Hasta ahora nos arreglamos solos. Y cuando necesitemos de su ayuda, seremos los primeros en requerir su auxilio. Por ahora nos acostumbramos a vivir con independencia, en paz y en libertad”, respondió este jueves el representante de Argentina ante los organismos internacionales en Ginebra, el embajador Carlos Foradori.
En su discurso de apertura de la 56ª sesión, el jefe de derechos humanos de la ONU hizo su acostumbrado repaso a la situación de las libertades fundamentales en el planeta y citó expresamente el caso argentino, exhortando a su Gobierno a poner las libertades fundamentales “en el centro de su política” y construir “una sociedad más unida e inclusiva”.
El embajador argentino resaltó este jueves el “desequilibrio” demostrado por Türk a la hora de juzgar en su informe en el que dedicó “el mismo espacio y tiempo” a criticar a Argentina que a dictaduras como Venezuela y Nicaragua o a la situación en Haití, en Ucrania y en Yemen.
Türk afirmó el martes pasado que recientes medidas propuestas o adoptadas en Argentina, como la rebaja del gasto público en materia social, “amenazan con socavar la protección de derechos humanos” y citó las “reducciones del gasto público que afectan particularmente a los más marginados”.
Foradori respondió que no encontró “paradójicamente” en el informe de Türk “ninguna mención ni preocupación por el 40% de pobres que dejó el anterior Gobierno”, en referencia a la administración del peronista Alberto Fernández (2019-2023).
Türk también había lamentado el cierre de instituciones argentinas dedicadas a la defensa de los derechos de la mujer, o a ampliar el derecho a la justicia, así como la orden del Ministerio de Asuntos Exteriores de suspender su participación en todos los eventos relacionados con la Agenda 2030, que Milei ha tachado en varias ocasiones como una iniciativa “socialista”.
Foradori contestó que “el cierre del misterio de la mujer criticado es por una reducción del Estado luego del descalabro económico del anterior Gobierno” y que “a pesar de ello, los derechos de todos los argentinos están absolutamente garantizados”.
El embajador argentino advirtió, además, a Türk que su informe citó “mal” una instrucción de carácter reservado de la Cancillería argentina, lo que viola la ley nacional.
Türk había dicho en su alocución que colocar los derechos humanos en el centro de la política “también significa un respeto completo al derecho a la reunión pacífica y la libertad de expresión”, y Foradori le respondió este jueves que el Gobierno de Milei “garantiza totalmente la reunión pacífica y la libertad de expresión”.
Foradori recordó que los derechos humanos son “política de Estado” en Argentina y que “todos los tratados internacionales de derechos humanos tienen jerarquía constitucional” en el país.
Y acusó a Turk de haber pretendido “intervenir en enero pasado en el debate de una ley que se trataba en el Congreso, la que, a pesar de su inquietud, recibió la aprobación en general del Congreso Nacional con mayoría opositora”.
“Confíe un poquito más en nosotros”, le advirtió Foradori a Türk.