La Flotilla de la libertad, que navega a bordo del Handala con destino a Gaza para llevar ayuda humanitaria y denunciar el «bloqueo» de Israel a Palestina, encabezó este domingo una protesta en la ciudad de Santander (norte de España) para denunciar el «genocidio» contra el pueblo palestino.
Los manifestantes, unos 250, según la Policía Local, cortaron el centro de la ciudad, con lemas como «Paremos el genocidio en Gaza», «Palestina vencerá» o «No a la muerte, sí a Palestina».
La Flotilla de la Libertad llegó este sábado a Santander, la primera de sus cinco escalas en la península, tras zarpar el 1 de mayo desde Oslo y recorrer varios puertos de Suecia, Dinamarca, Alemania, Reino Unido, Irlanda y Francia, y permanecerá en la capital de la región de Cantabria hasta este día 25, que partirá hacia la ciudad gallega de A Coruña.
El barco, que estará en la península hasta mediados de julio, también recalará durante este periodo en Setubal (Portugal), y Vélez-Málaga y Denia, en la costa este de España, de donde partirá rumbo al Mediterráneo para culminar su travesía en agosto en Messina (Gaza), previsiblemente el día 11 de ese mes.
En cada destino embarcan en la nave activistas y militantes, que suman así voces de cada territorio en denuncia de la actitud de la comunidad internacional ante «el genocidio y la crisis humanitaria provocada por Israel».
«No podemos soportar la masacre del pueblo palestino, ni tanta muerte ni tanto dolor», subrayó a EFE una enfermera española que se suma al barco, quien recuerda que hasta en cinco ocasiones ha llegado el buque de la Flotilla a Gaza.
La primera vez, en 2010, un ataque del ejército israelí contra el barco acabó con la vida de diez pasajeros.
Desde entonces, la Coalición para la Flotilla de la Libertad, a la que pertenece el Handala, pone rumbo a Gaza con ayuda humanitaria cada dos años y, si bien no ha vuelto a sufrir un ataque como el de 2010, desde la Plataforma Cántabra de Apoyo a la Flotilla de la Libertad denuncian que en intentos posteriores el buque ha sido «confiscado» y los activistas «apresados y deportados». «No sabemos realmente cómo va a ser este año la situación», reconoció la enfermera.