Jean Luc Mélenchon, fundador de La Francia Insumisa y figura del sector más a la izquierda del arco político local, citó hoy a España como ejemplo de que el salario mínimo puede subirse sin consecuencias en el empleo y reivindicó sus ancestros españoles para defender un país sin miedo a los extranjeros
La subida de salario mínimo, de un neto de casi 1,400 euros mensuales a 1,600, es una de las principales propuestas sociales y económicas del Nuevo Frente Popular, la coalición de izquierda que se presenta en las leslativas del próximo domingo.
«Los españoles han aumentado el salario mínimo en un 30% en los últimos cuatro años. Y han creado 640,000 empleos», afirmó Mélenchon en un mitin este domingo en la ciudad de Montepellier (sureste).
Frente a los ataques del campo gubernamental acerca de que las propuestas económicas de la izquierda llevarán al país a la quiebra, respondió que «los que critican nuestro programa son los mismos que han arruinado el país», con un déficit público que aumentó el año pasado al 5.5% del PIB.
Insistió en que el aumento del salario mínimo en Francia dará dinamismo a la economía francesa, con un «círculo virtuoso» de más gasto privado y mayores ingresos para las empresas, más empleo y más ingresos para el Estado.
«La felicidad es contagiosa, y ese contagio es el que queremos desatar», proclamó, antes de denunciar cómo numerosas empresas eluden pagar impuestos en Francia, sea por exenciones que les da el Gobierno o por ingeniería fiscal para declararlos en otros países y territorios.