En el corazón de Tecomán, la exposición fotográfica titulada “Entre arena y lentejuelas” concluyó su destacada muestra en el pasillo de la alcaldía, marcando un precedente durante las últimas semanas del mes de junio. Esa muestra, que explora la resistencia y la identidad de las ramadas de Pascuales para las disidencias sexuales, no solo capturó la atención de las y los tecomenses, sino que resonó profundamente en su comunidad.
Bajo la lente de Nelson Aldape, las fotografías presentaron a destacadas artistas trans de Tecomán, quienes se convirtieron en el alma de esa exhibición patrocinada por el PECDA, un programa dedicado a fomentar la cultura y las artes.
Aldape, al recordar el significado de esa iniciativa, destacó la importancia de utilizar espacios públicos como el pasillo municipal para celebrar la diversidad y la identidad local. “Es fabuloso haber presentado la exposición aquí en Tecomán, un lugar donde la cultura y el arte han encontrado su hogar”, expresó durante la clausura. “Esas imágenes no solo muestran la belleza visual, sino que también provocan conversaciones significativas sobre la identidad y la comunidad”.
La muestra no solo celebró el arte visual, sino que también hizo eco de la importancia de lugares como Boca de Pascuales, un refugio cultural que ha acogido y empoderado a personas de diversas identidades sexuales. “Boca de Pascuales no solo es un lugar de esparcimiento, sino un verdadero santuario para la diversidad”, comentó Aldape, subrayando cómo esa comunidad costera ha inspirado proyectos como el cortometraje “Subterránea”, filmado hace 3 años.
Las anécdotas compartidas por los espectadores durante la exposición subrayaron la profunda conexión emocional que el proyecto logró establecer, desde reconocer a figuras locales como Karla Domínguez, hasta evocar recuerdos personales, pues cada fotografía se convirtió en un espejo de la vida diaria en Tecomán. “Escuchar las historias y recuerdos de los visitantes fue revelador”, compartió Aldape, destacando cómo la cultura local y las vivencias personales se entrelazan a través del arte.
La diversidad cultural fue el hilo conductor de “Entre arena y lentejuelas”, demostrando que la verdadera cultura va más allá de las definiciones convencionales. “Estas imágenes son testigos de la riqueza cultural que reside en lugares a menudo pasados por alto. Es en la singularidad de lugares como Boca de Pascuales donde encontramos la verdadera esencia de nuestra identidad cultural”.