El presidente de Chile, Gabriel Boric, se manifestó en contra de la propuesta para concesionar el litio deslizada por senadores de los partidos de derecha Renovación Nacional (RN) y Unión Demócrata Independiente (UDI), subrayando que su administración seguirá impulsando la Estrategia Nacional del Litio que contempla al Estado como actor protagónico en el proceso productivo del llamado “oro blanco» y dando un papel relevante a los privados.
“He leído la postura de algunos sectores políticos, de la derecha principalmente, en atención a eliminar el carácter no concesible del litio y quiero decirles que mientras yo sea presidente, el litio va a ser de todos los chilenos y chilenas”, dijo en un acto público.
“Por lo tanto, nos opondremos a esa iniciativa, pero en positivo impulsando la Estrategia Nacional del Litio”, agregó.
Con capitales estadounidenses, en Chile se empezó a explotar el litio hace 30 años mediante un sencillo proceso de evaporación de la salmuera, tras ser bombeada y depositada en grandes piscinas a un ritmo de 2 mil litros por segundo; el mineral se obtiene cuando se pierde el 95% del agua presente en la sustancia original.
A pesar de que en el país suramericano hay más de 50 salares, actualmente solo se explota uno, el citado de Atacama, el más grande Chile y tercero del mundo.
A cargo de explotar el litio chileno solo hay 2 empresas: la Sociedad Química y Minera SQM, controlada por la china Tianqi y el yerno del exdictador Augusto Pinochet (1973-1990), Julio Ponce Lerou; y la estadounidense Albemarle.
Según el Consejo Fiscal Autónomo (CFA), en 2022 el Estado recibió más de 5 mil millones de dólares por la explotación de ese mineral, equivalentes al 1.6% del PIB.
En 2022 hubo ventas de carbonato de litio al exterior por 7,763 millones de dólares, un aumento de 777% respecto de 2021, según el Banco Central.