Carlos Alberto Gallegos Solórzano, director de la Reserva de la Biósfera de Manantlán, reconoció que esa región, considerada una de las más importante en términos de biodiversidad, es afectada por la tala ilegal y también por la caza furtiva, aunque aclaró que esos problemas no son graves aún.
“Tenemos problemas de tala ilegal. Tenemos una presión importante, no dentro del área natural protegida, pero sí en la zona de influencia, principalmente por cambios de uso de suelo para la agricultura”, explicó.
En una entrevista, aseguró que el trabajo se ha enfocado en cuidar principalmente la zona protegida, pero también las consideradas áreas de influencia de la biósfera, y matizó que la tala ilegal no la puede considerar grave, pero sí se está dando.
“Los trabajos que estamos haciendo es coordinarnos con la Profepa y también con la Guardia Nacional para realizar recorridos de inspección; con la Profepa principalmente porque es la instancia que se encarga de la prevención”, declaró.
Gallegos Solórzano precisó que esa tala ilegal se da en la zona sur de la reserva, en Cerro Grande, principalmente. Advirtió, en ese sentido, que la tala ilegal es sancionada por la ley y pueden ser de hasta 300 mil pesos.
Finalmente, detalló que la Reserva de la Biósfera de Manantlán tiene más de 300 especies de aves, algunas de las cuales son especies protegidas y que tienen programas específicos para su conservación, además de que también se protegen otros mamíferos.