El estadounidense Bobby Finke revalidó el título de campeón olímpico de los 1,500 libre que conquistó hace 3 años en Tokio al imponerse este domingo en la final de los Juegos de París con un tiempo de 14:30.67 minutos, nuevo récord del Mundo.
Finke, que ya fue plata en la capital francesa en los 800 libre, rebajó en 35 centésimas la anterior plusmarca universal que poseía el chino Sun Yang con un crono de 14:31.02 desde los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Una plusmarca que el norteamericano parecía destinado pulverizar cuando a falta de 100 metros para el final mejoraba en 2.20 segundos el tiempo que Yang logró en la capital francesa.
Pero si algo había permitido al nadador chino conservar durante estos 12 años esa plusmarca es la velocidad con la que completó los 2 últimos largos de la prueba.
Un obstáculo que a punto estuvo de impedir que el norteamericano rebajase el récord del Mundo. A falta de los 50 metros finales vio rebajada su ventaja a algo menos de un segundo (0.94).
Sin embargo, Finke, que se dio a conocer al Mundo en los pasados Juegos de Tokio por sus explosivos finales, tenía todavía una bala guardada y en un último esfuerzo logró batir el récord del Mundo por 35 centésimas tras tocar la pared con un tiempo de 14:30.67.
Casi 4 segundos menos que el italiano Gregorio Paltrinieri, que acabó rindiéndose ante la fortaleza del estadounidense y se conformó con la medalla de plata.
Mucho más lejos se quedó el irlandés Daniel Wiffen, oro en estos Juegos de París en los 800 libre, que se vio relegado a la tercera plaza con un crono de 14:39.63.