Varios países, como Australia, Nigeria, Indonesia o Malasia recomendaron a sus ciudadanos extremar las precauciones al viajar al Reino Unido y evitar las zonas conflictivas, tras la ola de disturbios de ultraderecha y de carácter islamofóbico que asolan el país desde la última semana.
La página del Ministerio australiano de Asuntos Exteriores dedicada al Reino Unido incluyó este lunes una notificación alertando a sus ciudadanos del riesgo de “amenaza terrorista” en el país británico, al que sitúa en nivel de alerta 2, ante la posibilidad de nuevas protestas violentas y disturbios.
“No decimos que no vayas a este destino, pero sí se recomienda estar informado y tomar precauciones adicionales”, puntualiza la guía del Gobierno australiano sobre este nivel de alerta.
A excepción de Australia, el resto de los países que alertaron de la situación actual se caracterizan por tener una mayoría de población musulmana, una de las comunidades más afectadas por la ola de violencia, después de que varios grupos de ultraderecha hayan atacado mezquitas u hostales que acogían a solicitantes de asilo durante las protestas, que se han saldado con centenares de detenidos.
A través de una alerta de viaje, el Ministerio de Asuntos Exteriores nigeriano aseguró que existe un “gran riesgo de violencia y disturbios” en el Reino Unido después de las protestas que han tenido lugar en diferentes ciudades del país y que “han adquirido unas proporciones peligrosas”, apuntaron.
“Las manifestaciones de extrema derecha y de otros grupos extraparlamentarios en varias partes del Reino Unido en la última semana han sido extensas y, en ocasiones, difíciles de controlar”, añadió la alerta.
Del mismo modo, la Alta Comisión de Malasia en Londres y la Embajada de Indonesia en la capital británica pidieron encarecidamente a su población residente en el Reino Unido, o con planes de viaje al país británico, que estén alerta y sigan las últimas actualizaciones de las autoridades locales.
La tensión en el país aumentó a raíz del acuchillamiento múltiple sucedido el 29 de julio en un centro recreativo en Southport (noroeste inglés), en el que 3 niñas murieron, 8 menores y 2 adultos resultaron heridos.
El autor del ataque, Axel Rudakubana, de 17 años, nacido en Gales de padres ruandeses, ha sido acusado del asesinato de las pequeñas e intento de asesinato de las otras 10 personas, pero el malestar de los seguidores de ultraderecha aumentó al divulgarse por las redes sociales información incorrecta de que el agresor era solicitante de asilo que había cruzado en patera el Canal de la Mancha.