Después de mucho tiempo de impacto ambiental, los hornos ladrilleros han sido reubicados fuera de la zona urbana de Tecomán y ahora operan en la periferia del municipio.
Enrique Michel Ruiz, director de Ecología del Ayuntamiento de Tecomán, informó que se logró ese cambio gracias a un proceso de diálogo y persuasión. “Con el convencimiento necesario, los propietarios de los hornos ladrilleros aceptaron trasladarse a las áreas periféricas, fuera del centro urbano”, precisó Michel.
El funcionario municipal explicó que, aunque esos hornos aportaban empleo a personas humildes, su actividad generaba contaminación. “La gente que trabaja en estos hornos se ganaba la vida haciendo ladrillos. Aunque crean empleos, también contaminaban. Afortunadamente, entendieron la situación y aceptaron el cambio”, añadió.
A pesar de ese avance, Michel subrayó que otro problema significativo es el de los lotes baldíos. “Muchos de estos terrenos están abandonados y no tenemos a quién notificar sobre su estado, lo que agrava el problema”, señaló.
Para abordar esa cuestión, Enrique Michel anunció que se está considerando una campaña para fomentar el cuidado del medio ambiente. “Estamos planeando invitar a la comunidad a tomar conciencia. A los propietarios identificados de terrenos baldíos se les ha dado un plazo de 24 horas para limpiar sus propiedades, o de lo contrario, se les aplicará una sanción”, advirtió.