El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, pidió a los ciudadanos del país que se mantengan “vigilantes” en pleno pico de tensión con Irán y su aliado libanés, Hizbulá, que desde hace casi 2 semanas amenazan con tomar represalias contra Israel.
Durante una visita a una base de la inteligencia militar en el norte (desde donde se dirigió el ataque que acabó con la vida del líder militar del grupo libanés, Fuad Shukr, hace 2 semanas), Gallant dijo que las fuerzas armadas siguen de cerca las novedades en Beirut y Teherán.
“Gracias a la gente de esta base y en muchos lugares del país, en el mar, en tierra y en el aire, los ciudadanos de Israel pueden mantener su rutina, pero deben estar vigilantes, alerta y preparados, y seguir las instrucciones publicadas por el Comando Central”, dijo el ministro en un mensaje en vídeo.
Durante la última semana, cuando las informaciones publicadas en la prensa hacían creer que el ataque de Irán era inminente, las autoridades israelíes apuntaron a la falta de cambios en directrices del Comando Central como forma de tranquilizar a la población.
Con todo, el consejo regional que gobierna las comunidades del norte de Israel decidió, tras una evaluación de seguridad, recomendar a sus ciudadanos que se mantengan cerca de los refugios antiaéreos, eviten las reuniones y reduzcan el tráfico, recoge el medio israelí Haaretz.
Según The Times of Israel, que cita a 3 fuentes iraníes anónimas, la república islámica podría no llevar a cabo su represalia por la muerte del antiguo líder político de Hamas, Ismail Haniyeh, en un ataque en Teherán atribuido a Israel (poco después de la muerte de Shukr), pero solo si las negociaciones para un alto el fuego en la Franja de Gaza tiene éxito.
Irán, sin embargo, lanzaría un ataque junto a sus aliados (en particular Hizbulá) si percibe que Israel está alargando el proceso o si las negociaciones fallan, según el medio.
Está previsto que este jueves tenga lugar una reunión convocada por los mediadores (Egipto, Estados Unidos y Catar) para tratar de relanzar las negociaciones, que quedaron en entredicho tras la muerte de Haniyeh.
El grupo islamista, sin embargo, ha dicho que no acudirá a la nueva cita, y llamó a implementar lo ya acordado (el borrador de tregua anunciado por Estados Unidos a finales de mayo) en vez de proseguir con nuevas rondas de negociaciones.