El índice de precios al consumidor (IPC) en Argentina se situó en julio en el 263,4% interanual, su tercera desaceleración consecutiva, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
En el séptimo mes del año, los precios al consumidor crecieron un 4% en comparación con junio, evidenciando una desaceleración con respecto a la tasa mensual del 4.6% que se había registrado en el sexto mes.
De hecho, el índice mensual de julio es el más bajo desde enero de 2022, cuando la variación mensual fue del 3.9%, y está muy por debajo de las tasas registradas en diciembre (25.5%) y enero (20.6%) pasados.
Tras el cimbronazo de la súbita devaluación del peso argentino dispuesta por el Gobierno de Milei apenas iniciar su gestión, en diciembre de 2023, y el impacto de sus primeras medidas de “shock”, los precios iniciaron una tendencia descendente como resultado de un fuerte ajuste fiscal y monetario y un derrumbe del consumo que aplastó la demanda.
De acuerdo con el informe oficial difundido este miércoles, los bienes tuvieron el mes pasado una variación positiva del 3.2% en Argentina en comparación con junio, mientras que los servicios subieron un 6.4%, unos datos que ascienden al 260.5% y el 272.6%, respectivamente, en la comparación interanual.
Entre las subidas registradas en julio destacan las de restaurantes y hoteles (6.5%), bebidas alcohólicas y tabaco (6.1%) y gastos de vivienda, agua y electricidad (6%).
Los alimentos y bebidas no alcohólicas crecieron un 3.2% en relación con junio y el 275.8% en términos interanuales.
Según el informe oficial, la inflación argentina acumuló en los 7 primeros meses del año un alza del 87%.
Los precios al consumidor acumularon en 2023 una subida del 211.4% en Argentina, la tasa más alta desde la hiperinflación de 1989-1990.
Los más recientes pronósticos privados que recaba mensualmente el Banco Central apuntan a que la inflación será este año del 127.4%, con tasas mensuales de entre el 3.8% y el 4% hasta diciembre.