Los ministros ecuatorianos han cerrado filas en torno al jefe de Estado, Daniel Noboa, ante lo que consideran un intento de golpe de Estado por parte de su vicepresidenta, Verónica Abad, por una denuncia interpuesta ante el Tribunal Electoral, y han advertido que no permitirán una desestabilización de la democracia.
La reacción del gabinete ministerial se dio tras conocerse que Abad interpuso una denuncia por supuesta violencia política de género contra Noboa ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE), que debe analizar si admite la causa.
De ser así y de comprobarse, esta denuncia podría acarrear una eventual destitución y suspensión de los derechos políticos por 4 años de Noboa, quien ha anunciado que se postulará para la reelección en los comicios de 2025.
Al mencionar un “intento desestabilizador”, la ministra del Interior, Mónica Palencia, anotó que Abad ha presentado una solicitud al TCE “con el fin de destituir al presidente por vía de sanción y obtener, además, su inhabilitación por 4 años”.
“Pretende hacerse con el poder de Gobierno, ser la presidente del Ecuador y, además, inhabilitarlo para poder ser candidato a la Presidencia”, dijo Palencia en un mensaje en el que aparece escoltada por miembros de la policía.
Y advirtió: “No lo vamos a permitir. Ella está sosteniendo que ha habido una violación a sus derechos de participación con violencia de género porque se le ha encargado como única función ser embajadora en el Estado de Israel”.
Esa sorpresiva designación a finales del año pasado evidenció el distanciamiento entre Noboa y Abad, que se había percibido desde que inició la campaña para el balotaje.
Palencia cuestionó que después de 9 meses, Abad aduzca ser víctima de violencia de género.
“Nosotros sabemos bien lo que ha pasado con los Estados que han permitido que crezca la desestabilización. El Ecuador está unido y firme en torno a la institucionalidad democrática”, apuntó.
Y aseveró que estarán vigilantes la Policía Nacional, el Ministerio del Interior, el bloque de seguridad, que incluye a los militares, “para que no se rompa el orden establecido, no se rompa la Constitución, no se rompa la ley”.