Un centenar de personas disfrazadas de superhéroes, dibujos animados y anime, corrieron en Acapulco para recaudar fondos y material quirúrgico para niños con cáncer, en medio del desabasto de medicamentos con el que se cuenta en todo el país.
“Esta es una carrera muy especial, es una carrera con causa, y en la cual todo lo recabado de las inscripciones o de patrocinadores es para comprar medicamentos que se entregan en el Instituto Estatal de Cancerología”, dijo a EFE Rafael Cortés, organizador de la cuarta edición de la carrera “Héroes contra el Cáncer”.
Para muchos, esta carrera ha sido un parteaguas para su lucha contra la enfermedad, ya que de esta manera se les da una oportunidad de poder seguir con su tratamiento médico.
Este es el caso de Carlos, un niño de 10 años con Leucemia Linfoblástica, que, en esta ocasión, corrió de manera simbólica y en representación de sus compañeros de lucha.
“La verdad que esto es un gran gesto por parte de todas las personas que se suman a nuestra causa. Nunca sabemos cuándo vamos a atravesar por esa situación y la verdad que los invitamos a todas las personas que nos escuchan y nos ven, a que se sumen a apoyar a los niños con cáncer”, comentó Zury Jaimes, mamá de Carlos.
Esta carrera ha causado tanta conmoción entre las personas, que también ha atraído la atención entre los extranjeros, destacando los corredores venezolanos y colombianos, quedando uno de ellos en quinto lugar.
“Me siento muy contento porque es una buena causa y hay que apoyar mucho el deporte, la salud, hay que prevenir y enseñar la alimentación saludable”, comentó el colombiano John Jairo Arcos, quien corrió 5 kilómetros disfrazado de su superhéroe favorito.
Pese a las altas temperaturas que se registraron en Acapulco, cada uno de los corredores portaron su disfraz con orgullo, ya que aseguran que los niños son los héroes de esta lucha.
“Por ellos y sus historias nos ayudan a superarnos, a pensar las cosas diferentes porque nos preocupamos por cosas sin sentido del trabajo, cuando ellos están luchando día a día por vivir”, puntualizó Cortés Salas, uno de los participantes.
En esta ocasión “el premio mayor fue la recompensa de poder ayudar a un niño con cáncer”, enfatizó Mayra de la Fuente, integrante patronato del hospital que recibirá lo captado.
A pesar de la ayuda que se brindó en esta ocasión, las necesidades del Instituto de Canceróloga son demasiadas, ya que se atienden a personas de todo el estado de Guerrero, además de los de Oaxaca y Michoacán, lo que hace casi imposible el abasto de medicamentos o material para cada uno de ellos.