El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, aterrizó este domingo en Israel para la que será su novena visita al país desde que estalló la guerra con Hamás el 7 de octubre, con el objetivo de impulsar un acuerdo de alto el fuego que, tras meses de negociación, parece al fin cerca de lograrse.
Blinken llega tras una reunión de dos días entre el equipo negociador de Israel y los mediadores -Estados Unidos, Catar y Egipto- en Doha, para afinar los detalles de un pacto que permita detener la escalada de tensión en la región, liberar al centenar de rehenes israelíes que todavía permanecen en Gaza, y permitir la entrada en masa de la muy necesaria ayuda humanitaria en el enclave palestino.
Washington cree que el acuerdo podría lograrse tan pronto como la semana que viene, a pesar de que el grupo islamista Hamás, que gobierna en Gaza, no ha participado en las reuniones de Doha y ha exigido en su lugar implementar el borrador anunciado por el presidente estadounidense, Joe Biden, a finales de mayo.
Según reveló a EFE una fuente de alto rango de Hamás, la última propuesta de Estados Unidos para un acuerdo de tregua, abordada en Doha, propone mantener una «presencia reducida» del Ejército israelí en el conocido como Corredor Filadelfia, que recorre la frontera de Gaza con Egipto, e Israel no tendría que retirarse de forma completa del enclave, puntos que el grupo islamista rechaza.
Mientras, una delegación israelí llegó este domingo a El Cairo para mantener reuniones con la Inteligencia egipcia con el objetivo de encontrar «puntos en común» sobre «algunas cuestiones» antes de reanudar las negociaciones la semana que viene, indicó a EFE una fuente de la Inteligencia egipcia.
Según el informante, que pidió el anonimato por la sensibilidad del asunto, el equipo negociador israelí abordará con la contraparte egipcia una serie de cuestiones comunes, si bien no especificó de qué se trata, pese a que está sobre la mesa la permanencia del Ejército israelí en el Corredor Filadelfia.