El ítalobrasileño Thiago Motta llegó al Juventus para acabar con el ciclo de 2 años negativos que ha vivido el club turinés y, este lunes (19), en su debut en partido oficial, dio las primeras muestras del cambio ante el Como 1907 (3-0), que dirige el español Cesc Fábregas, al que dominó con holgura en la primera jornada de la Serie A.
Llegó el Como de Cesc Fábregas al Juventus Stadium como uno de los proyectos más ilusionantes de toda Italia en su vuelta a la élite después de 21 años. Los fichajes, como el de los españoles Pepe Reina y Alberto Moreno, el del galo Raphael Varane -fuera por lesión-, el del italiano Andrea Belotti o el del brasileño Gabriel Strefezza, no han sido los de un recién ascendido al uso. Es un proyecto con ganas de dar guerra, de pelear por algo más que por salvar la categoría.
Pero la realidad es que topó con un hueso muy duro de roer que hace no tanto mostraba muchas debilidades. Flaquezas que Motta, en apenas un verano en el que ha decido hacer una limpia en el equipo -no cuenta con Chiesa o Kostic, entre otros-, ha solventado. Es más, ya le ha dado el toque personal que se vio la temporada pasada, cuando entrenaba al Bolonia.
La primera de sus sorpresas fue la titularidad del belga Mbangula, un joven belga nacido en 2004, canterano del club procedente del Anderletch. Dejó en el banquillo al brasileño Douglas Luiz, esperado titular, nuevo fichaje procedente del Aston Villa. Su elección le dio la razón a los 20 minutos, cuando materializó la superioridad evidente de los “bianconeri” con un golazo, una conducción de fuera a dentro y un disparo desde fuera del área para superar a Reina.
Abierto el marcador, la “Juve” protagonizó sus mejores minutos. Un equipo vertical, agresivo por bandas, voluntarioso, efectivo en defensa y con la idea clara con balón, funcionando con mecanismos claros. Todo lo contrario que la temporada pasada, cuando cada vez que marcaba dejaba el partido en manos del rival.
Con el italiano Andrea Cambiaso, teórico lateral derecho, entrando por el centro el campo para crear superioridades por dentro, la “Vecchia Signora” funcionó a las mil maravillas. Un jugador muy versátil que, además, acabó marcando en el tiempo añadido. El francés Khephren Thuram, hijo del mítico Lilian y hermano de Marcus, jugador del Inter, debutó con un gran partido. Serio, potente, asentado. Un seguro en el centro del campo.
También brillaron el turco Kenan Yildiz, nuevo “10” del equipo, y el serbio Dusan Vlahovic, que se marchó sin gol por culpa de dos palos y un gol anulado por fuera de juego. Presente en toda ocasión de gol, fue un peligro constante para la defensa visitante. Solo le faltó el gol.
Ya se encargó de encarrilar la victoria el estadounidense Timothy Weah justo al ocaso del primer acto, con un zurdazo desde las inmediaciones de la frontal del área que la tecnología de gol tuvo que validar, pues el balón tocó en el larguero, botó dentro de la portería de Reina y salió escupido hacia fuera, sembrando la duda.
Bajó el ritmo el combinado turinés en el segundo tiempo con el partido controlado y el Como, que no le perdido la cara el duelo en ningún momento, encontró su primer remate entre los tres palos y se soltó en los compases finales. Pero poco pudo hacer ante esta nueva “Juve” de Thiago Motta que se cerró el duelo con otro gran gol, el de Cambiaso para culminar su gran partido, otro zurdazo desde fuera del área.
Esta “Juve”, de mantenerse así de seria en el resto de partidos, puede ser candidata al título.
