La “gran mayoría” de los participantes en la última reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal (Fed) que se celebró en julio concordaron que si los datos económicos van en la dirección de los últimos meses “probablemente será apropiado relajar la política en la próxima reunión”.
“Casi todos los participantes consideraron que los datos que se habían recibido habían aumentado su confianza en que la inflación se estaba acercando al objetivo del Comité”, señalan las actas de la Fed publicadas este miércoles.
El pasado 31 de julio, en su última reunión, la Fed anunció que mantenía los tipos de interés en la horquilla del 5.25% y el 5.5%, su máximo nivel desde 2001, que han permanecido sin cambios desde julio de 2023.
Todo ello por la insuficiente confianza en que los datos económicos conocidos hasta el momento fueran suficientes para alcanzar el objetivo de que la inflación baje al 2%.
En la rueda de prensa posterior al anuncio, el presidente de la Fed, Jerome Powell, reconoció que aunque no se había tomado en esa reunión ninguna decisión sobre un posible bajada de intereses en septiembre la economía se está acercando al punto “en el que será apropiado reducir” los tipos.
Powell declaró que los principales indicadores económicos, especialmente la inflación y el empleo, estaban evolucionando de manera apropiada para que la autoridad monetaria estadounidense tuviera la confianza de anunciar una reducción de los tipos.
“Estamos acercándonos pero todavía no estamos ahí”, declaró y añadió que la Fed necesita ver “más datos buenos” para tener más confianza en que la reducción es apropiada.
La próxima reunión del Comité de Mercado Abierto para discutir el nivel de los tipos está prevista para el 17 y 18 de septiembre.
En este último mes se han conocido datos positivos como el de la caída de la inflación en julio, por cuarto mes consecutivo, hasta el 2.9%.
Y otros datos que aumentan la presión sobre la Fed para bajar la tasa, como la subida del desempleo en julio, por 4 meses consecutivos, hasta el 4.3%.
También la creación de empleo fue notablemente baja el pasado mes, con sólo 114 mil puestos netos creados, unas cifras que han despertado en las últimas semanas el miedo a una posible recesión de la economía estadounidense.
Las actas se han publicado un día antes de que arranque el simposio sobre política económica de Jackson Hole en Wyoming (Estados Unidos), en el que la posible bajada de tipos será presumiblemente uno de los temas centrales de conversación.
De hecho, este año el título del encuentro, que durará hasta el sábado, es “Reevaluación de la eficacia y transmisión de la política monetaria”.
Según la Reserva Federal de Kansas City, organizadora del evento al que suelen asistir banqueros centrales internacionales, funcionarios de la Fed, responsables políticos y académicos, en las diversas charlas y encuentros se explorarán las lecciones aprendidas en este ciclo.
De este evento los mercados esperan con ansia la intervención el viernes del Powell. Sus palabras serán clave para predecir la próxima decisión sobre tipos de interés del banco central estadounidense.
A falta todavía de casi un mes para que los miembros del FOMC se reúnan y comuniquen su decisión, en los mercados parece haber consenso en que se anunciará una bajada, aunque no se sabe de cuánto.
Según la herramienta FedWatch de la consultora CME Group, el 63.5% de los analistas piensa que la Fed anunciará el 18 de septiembre una bajada de 25 puntos, mientras que el 36.5% cree que será de medio punto.
Las actas, que no ofrecen pista alguna sobre la cantidad de la posible bajada, se han publicado en una jornada en la que se ha conocido otro dato económico que también podría afectar a las decisiones futuras de la Fed.
La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés) de Estados Unidos revisó a la baja en 818 mil puestos de trabajo la cifra de creación neta de empleo en los 12 meses previos a marzo de 2024, una situación que podría ejercer más presión sobre el regulador para bajar los tipos.
Esta cifra, señala la BLS, es mucho mayor que el ajuste anual típico ya que representa una caída del 0.5% con respecto a lo que informó inicialmente el Departamento de Trabajo. Dichas revisiones anuales generalmente aumentan o disminuyen los niveles de empleo del año anterior en un 0.1%.