La ONU ha paralizado este lunes las operaciones de sus agencias en Gaza tras la última orden israelí de evacuar sus instalaciones en Deir al Balah, el último lugar donde han tenido que reubicarse tras sucesivas órdenes de evacuación anteriores.
Un alto responsable de la ONU, que requirió el anonimato, explicó hoy en la sede de Nueva York que esa paralización “no significa una suspensión” de sus actividades, que espera se puedan reanudar lo antes posible.
El responsable dijo que “en las condiciones actuales, somos incapaces de cumplir (las obligaciones)”, dijo, pero recalcó que no se marcharán de la franja porque “la gente nos necesita”.
Preguntado por cuál sería su principal petición al gobierno de Israel para garantizar la continuidad de las operaciones, el responsable dijo que el Ejército israelí debería “respetar los edificios de la ONU”, ya se trate de almacenes o refugios improvisados, además de los vehículos de la organización.
También dijo que la ONU está en contacto con oficiales de Estados Unidos en el terreno “que se han mostrado muy cooperativos” para tratar de influir en el gobierno de Israel, en el sentido de garantizar la actividad de las agencias de Naciones Unidas.
La falta de policía palestina sobre el terreno en Gaza -que el ejército israelí considera objetivo de guerra por estar controlada por Hamas– ha multiplicado además los episodios de saqueo en los locales de la ONU, explicó la misma fuente, que detalló que en los últimos días los saqueadores buscan sobre todo cigarrillos.
Confirmó que los 10 meses largos de guerra en Gaza han supuesto la muerte de un funcionario internacional de la ONU y “al menos 205 nacionales” palestinos, en su gran mayoría trabajadores de la Agencia de la ONU para los refugiados (UNRWA), la mayor agencia de la ONU en los territorios palestinos.