El Gobierno de Grecia ha informado a la Organización Marítima Internacional (OMI) de que se ha detectado un “potencial derrame de petróleo” en un área que coincide con la ubicación del petrolero griego “MV Sounion”, en llamas tras ser atacado el pasado día 21 en el Mar Rojo.
En la misiva, enviada este jueves y publicada hoy por la OMI, el Ejecutivo heleno señala que según imágenes satelitales obtenidas por la Agencia Europea de Seguridad Marítima (AESM) se ha detectado “un potencial derrame de petróleo de una longitud de 2.2 millas náuticas”.
“Grecia urge a todas las naciones y a todos los actores involucrados a ayudar a prevenir el riesgo ambiental y resolver la situación lo antes posible”, se señala en la carta.
El petrolero griego fue atacado el pasado día 21 a unas 72 millas náuticas al oeste del puerto de Hodeida (Yemen) por rebeldes chíies hutíes, que reivindicaron posteriormente las operaciones llevadas a cabo “por las fuerzas navales, drones y misiles, utilizando varios barcos, misiles balísticos y de crucero”.
Un día después, un buque de la Misión Aspides de la Fuerza Naval de la Unión Europea (UE) en el mar Rojo llevó a cabo una operación de rescate en respuesta a una solicitud de ayuda urgente del capitán del petrolero.
No obstante, tras este rescate, los hutíes perpetraron el pasado viernes una serie de ataques e incluso colocaron bombas en el barco, que provocaron explosiones e incendios en 5 puntos de la cubierta del petrolero, que permanece aún en llamas.
El “MV Sounion”, de la empresa Delta Tankers, con sede en Atenas, está cargado con 150 mil toneladas (un millón de barriles) de petróleo.
El pasado miércoles, los hutíes anunciaron que han dado “permiso” a la comunidad internacional para remolcar con garantías de seguridad el buque.
“Después de que varias partes internacionales, en particular de Europa, se pusieran en contacto con nosotros, les hemos permitido remolcar el petrolero en llamas ‘Sounion’”, dijo en su cuenta de X el portavoz político de los hutíes, Mohamed Abdelsalam.
El volumen de 150 mil toneladas de crudo que carga el petrolero es 4 veces mayor que el vertido en el desastre del Exxon Valdez (1989), una de las mayores tragedias ambientales de Estados Unidos, que acabó con enormes consecuencias para la fauna de Alaska.