El expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) inauguró este martes una reunión con sectores del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) que le son leales y que advirtieron de que bloquearían carreteras para hacer “respetar” su candidatura a las elecciones generales de 2025.
La reunión, que se realiza en la localidad de Villa Tunari, en la zona del Trópico de Cochabamba, bastión político y sindical de Morales, fue convocada inicialmente como un congreso nacional para renovar la directiva nacional del partido, aún presidido por el exmandatario.
No obstante, como el Tribunal Supremo Electoral (TSE) decidió no supervisar el congreso, los asistentes, incluido Morales, decidieron convertirlo en un “ampliado nacional” para hacer “respetar” la sigla del MAS y a las “familias que están sufriendo económicamente”, según afirmó el mismo exgobernante.
“Ahora inauguramos este gran ampliado para tomar decisiones. Lo que se decida acá se hace en toda Bolivia, que sepa el Gobierno, que sepa el TSE”, sostuvo Morales.
El exmandatario ratificó que está “habilitado legalmente” para ser candidato en 2025, una decisión que fue tomada en el congreso nacional realizado por sus sectores afines en 2023, pero que no fue reconocido por el TSE.
Antes de Morales hablaron otros sindicalistas leales al expresidente, como el dirigente indígena Ramiro Cucho y el líder campesino Ponciano Santos, quienes incidieron en que se les acabó la “paciencia” ante la reiterada negativa del órgano electoral de supervisar el congreso del MAS.
Cucho sostuvo que no permitirán que les quieran “arrebatar” la sigla del MAS o evitar la candidatura de Morales, y anunció que van a “defender” al partido y a su líder con bloqueos de rutas.
“Solamente nos queda defender la sigla y la candidatura de Evo Morales en las carreteras. Ahora sí llegó el fin de Luis Arce”, advirtió por su parte Santos.
Conflicto interno
El argumento del órgano electoral para no supervisar el congreso es que no cumplió con el requisito de hacerse mediante un consenso previo entre las organizaciones sociales que conforman el partido oficialista; esto por la pelea interna entre las facciones afines a Morales y leales al presidente del país, Luis Arce.
Con esa misma justificación, el TSE anuló el congreso oficialista realizado en 2023, en el que los sectores “evistas” ratificaron a Morales como presidente del partido y lo proclamaron como su “candidato único” para las elecciones de 2025.
Arce y el vicepresidente boliviano, David Choquehuanca, no asistieron a ese encuentro al considerar que las organizaciones sociales, que son la base del partido, no estaban debidamente representadas.
El órgano electoral tampoco validó un congreso realizado en mayo pasado por la facción “arcista”, en el que eligieron al dirigente campesino Grover García como nuevo presidente del MAS, porque la convocatoria no cumplió con los requisitos del mismo estatuto del partido oficialista, por lo que Evo Morales se ha mantenido como su líder.
El MAS ya recibió una amonestación del TSE por no realizar su congreso para renovar su directiva y si llega a un tercer llamado de atención, la organización política podría perder su personalidad jurídica.
La candidatura del exgobernante, que está distanciado de Arce desde fines de 2021, también ha sido motivo de polémica interna en el oficialismo, pues desde el Gobierno se ha insistido en que Morales ya no se puede volver a postular, mientras que sus sectores afines defienden que sí puede.
A esto se suma la suspensión de las elecciones primarias hacia los comicios del próximo año, en la que estuvieron de acuerdo todas las fuerzas políticas menos la facción “evista” del MAS, ya que Morales cree que fue parte del plan del Gobierno para frenar su candidatura.