La Bolsa de Nueva York cerró en terreno mixto y sin cambios sustanciales, después de que ayer se registraran importantes caídas para los valores tecnológicos y que hoy se detectara cierto nerviosismo en las bolsas de otras latitudes por la volatilidad del mercado estadounidense.
Al toque de campana, el Dow Jones de Industriales crecía 0.09%, hasta los 40,974 enteros; el selectivo S&P 500 retrocedía 0.16%, hasta los 5,520 puntos; y el tecnológico Nasdaq caía 0.30%, hasta las 17,084 unidades.
Contemplando los 3 índices, el de ayer fue el peor día desde las ventas masivas y temores de recesión sucedidos el 5 de agosto, debido a las dificultades de las empresas de chips y a que los últimos datos económicos apuntan a una ralentización del crecimiento de la economía estadounidense.
Ahora los inversores se preparan para una mayor volatilidad en septiembre, un mes históricamente flojo para la renta variable, condicionado también por la estacionalidad, y que ha sido el peor de media para el S&P 500 en los últimos 10 años.
Asimismo, en la jornada de ayer, el sector de tecnología de la información del S&P 500 lideró la caída del índice general y registró su peor sesión desde septiembre de 2022.
Nvidia, que cerró con un descenso del -1.66%, bajó más de 9.5% ayer y puso en alerta a algunos analistas acerca de las consecuencias que tendría para Wall Street una tendencia a la baja continuada en su cotización.
Según medios especializados, Nvidia recibió una citación del Departamento de Justicia de EUA en el marco de una investigación antimonopolio.
Esa medida, sumado a que los inversores podrían estar deshaciéndose de acciones volátiles a la espera de la decisión de la Reserva Federal (Fed) sobre los tipos de interés, provocó el desplome ayer de Nvidia, que le costó 279 mil millones de dólares de su capitalización bursátil.