Muchas comunidades en Bolivia se han convertido en pueblos fantasmas este viernes, debido a que el fuego de los incendios acecha a pocos metros de las viviendas, mientras que los niños y ancianos ya fueron evacuados algunos hombres y mujeres se quedaron para combatir las llamas.
Las comunidades de Río Blanco y Palestina, en el este del país, a más de 350 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz, se encuentran deshabitadas porque el fuego consumió sus alrededores y amenaza con destruir las casas, voluntarios, militares y bomberos trabajan día y noche para crear líneas de defensa para que lo incendios no avancen.
Ignacia Supeti, una habitante de Palestina que se quedó para ayudar y brindar alimento a los militares y bomberos indicó a EFE que esta semana los niños y ancianos empezaron con “problemas de los pulmones, a tener presión alta y sangrar por la nariz” por el humo constante que llegaba a las viviendas.
“Pusimos toallas mojadas bajo las puertas, cubrimos las ventanas, seguimos todas las instrucciones de salud, pero al final tuvimos que evacuarlos”, manifestó Supeti.
“Nos quedamos a ayudar y dar comida a los soldaditos que están trabajando desde hace una semana acá” dijo a Hilda Surubi, una mujer que ayuda en una cocina comunitaria para alimentar a quienes batallan contra los incendios.
La mañana de este viernes el fuego se reavivó a casi 300 metros de la comunidad de Palestina, mientras la mayoría de militares y bomberos se encontraba sofocando otro incendio a 4 kilómetros de distancia, y las pocas personas que se mantuvieron en la comunidad tuvieron que sofocarlo rápidamente.
Los comunarios de Palestina informaron a EFE que, aunque el fuego parezca controlado, una chispa o una llama escondida en la maleza puede reavivar un gran incendio, y es por esto que no pueden relajarse y viven con el miedo constante de perder sus hogares.
Los habitantes de estás 2 comunidades piden a diario para que llueva y el agua mitigue el fuego, antes que este consuma sus viviendas, ganado y plantaciones.
En Bolivia los incendios han consumido más de 3.8 millones de hectáreas de bosques y pastizales. El país ya se declaró en “emergencia nacional” para recibir ayuda internacional que hasta el momento ha llegado de Chile y Venezuela.
Entre el 1 de enero y el 12 de septiembre de este año se han registrado 350,370 incendios forestales en toda Suramérica, el mayor número para dicho periodo en los últimos 15 años, según datos del Instituto Brasileño de Investigación Espacial.
Siendo Brasil el país con mayor número de incendios en la región en lo que va del año, con 176,617 focos, el 50.3% del total, seguido por Bolivia con 63,537 (18.1%) y Venezuela con 38,990 (11.1%).