Aaron Rodgers se dio un festín este jueves, en su “segundo” estreno en el MetLife Stadium de Nueva York con los Jets, tras la grave lesión en el tendón de Aquiles del año pasado, y conectó 2 pases de touchdown (281 yardas) en la cómoda victoria de los Jets contra los New England Patriots (24-3).
Tras la derrota en la primera semana contra los San Francisco 49ers, los Jets dieron continuidad al triunfo del pasado domingo contra los Tennessee Titans y tienen ahora un balance de 2 victorias y una derrota.
Rodgers acabó su partido con 281 yardas lanzadas (27 de 35 en pases), con 2 pases de anotación y ninguna interceptación. Conectó sus pases de TD con Allen Lazard y Garrett Wilson.
Lazard tuvo 3 recepciones para 48 yardas; Wilson recibió 3 veces para 43 yardas. Breece Hall acabó con 16 carreras para 54 yardas y un TD.
Los Patrios cayeron por segunda vez seguida tras la sorprendente victoria en el campo de los Cincinnati Bengals en la primera semana.
Jacoby Brissett tuvo una noche para el olvido ante la defensa feroz de los Jets. Lanzó para 98 yardas (12 de 18 en pases), sin pases de anotación ni interceptaciones. Fue capturado hasta cinco veces.
Fue el “segundo” debut de Rodgers en el templo del futbol americano neoyorquino. El año pasado, su esperado estreno con los Jets apenas duró 4 jugadas, antes de que una lesión en el tendón de Aquiles le dejara fuera de los terrenos de juego durante toda la campaña.
Fue un drama deportivo para los Jets, que lo habían apostado todo en el veterano tras arrebatarlo a los Green Bay Packers.
Tuvieron que esperar los neoyorquinos, pero el Rodgers de esta noche fue, de lejos, la mejor versión del quarterback vista en los últimos 2 años. Concentrado, motivado, contundente con sus pases, y también brillante a la hora de correr y de evitar las presiones de sus rivales.
Es el incuestionable líder del vestuario y quiere involucrar a todos sus compañeros. No es casualidad que 6 de sus primeros 8 pases fueran para receptores distintos.
Sus compañeros se encomiendan a él para ir a por todo en esta temporada y lo demuestra su actitud a la hora de proteger a su QB tras cada golpe violento que recibía de la defensa de los Patriots.
El cronómetro marcaba 4.21 minutos en el primer cuarto cuando Rodgers conectó su primer pase de TD en el MetLife Stadium. Fue una línea de 10 yardas para Allen Lazard. Ese balón fue guardado por los Jets y ya es una codiciada pieza de colección.
Jacoby Brissett fue anulado por la defensa y los en el drive siguiente, los Jets volvieron a golpear. Esta vez fue un TD a la carrera anotado por Breece Hall. Los Patriots solo pudieron anotar un gol de campo y la desventaja, 14-3 al descanso, pudo ser peor de no perdonar Greg Zuerlein un cómodo field goal.
Rodgers llevaba ya 170 yardas lanzadas, pero fue en el tercer período cuando el QB regaló momentos de espectáculo, con sus pases, pero también con unas grandes carreras. Le entregó a Garrett Wilson el segundo pase de anotación (2 yardas) de su noche tras un drive de 11 jugadas y más de 7 minutos de acción.
Un gol de campo de Zuerlein desde las 28 yardas puso la sentencia con el definitivo 24-3 para unos Jets que tendrán ahora 10 días de descanso antes de afrontar a los Denver Broncos.
