El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió en la Casa Blanca a la plantilla del NJ/NY Gotham FC, vigentes campeonas de la liga femenil de futbol estadounidense (NWSL) y entrenadas por el español Juan Carlos Amorós.
Es la primera vez que las campeonas de la NWSL son invitadas a la Casa Blanca, una tradición en Estados Unidos con los equipos ganadores de las principales ligas profesionales.
“Por primera vez en la historia de la National Women’s Soccer League, bienvenidas a la Casa Blanca”, dijo Biden al inicio del evento.
El presidente recordó el difícil camino del NJ/NY Gotham hacia el título, de clasificar últimas en 2022 a acceder por los pelos al play-off de 2023, que acabaron ganando: “Este club no es ajeno a la adversidad”.
Biden destacó que parte del cambio pasó por la contratación de Amorós y también felicitó al equipo, en el que juegan las españolas Esther González y Maitane López, por haber asegurado ya su clasificación para el próximo play-off.
“Tal vez estaré aquí de vuelta el próximo año. Yo no seré presidente, pero puedo venir y escuchar”, bromeó.
“Nos inspiran a todos, de verdad lo hacen. Son una inspiración. Apuesto a que no pueden caminar por su ciudad sin que alguna niña se acerque solo para tomarlas de la mano. Es increíble”, concluyó el mandatario.
Tras su intervención, tomó la palabra la jugadora Ali Krieger, capitana del NJ/NY campeón en 2023 y que se retiró del futbol profesional tras lograr el trofeo.
“Nos sentimos profundamente honrados de ser el primer equipo de la NWSL en recibir este reconocimiento, marcando un momento crucial para el deporte femenil”, aseguró Krieger, campeona del Mundo con Estados Unidos en 2015 y 2019.
“Ser las primeras es histórico, pero es aún más importante asegurarnos de que no seamos las últimas”, añadió.
Antes de finalizar el acto, Amorós y la delantera Midge Purce obsequiaron a Biden con una camiseta del Gotham con el dorsal “46” en la espalda, por ser el presidente número 46 de la historia de Estados Unidos.
“Esperamos que la lleve debajo del traje”, bromeó Krieger.