Los jefes militares de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) aseguraron hoy que, si “las opciones pacíficas fracasan”, optarán por una intervención militar “quirúrgica” contra la junta golpista de Níger, después de 2 días de reuniones en la capital de Ghana, Accra.
“Si todas las opciones pacíficas fracasan, optaremos por la opción militar, que será quirúrgica y de corta duración”, dijo el comisionado de Asuntos Políticos, Paz y Seguridad del bloque, Abdel-Fatau Musah, al cerrar este encuentro, si bien garantizó que la Cedeao seguirá abogando por la diplomacia para restaurar el orden constitucional en Níger.
“La Cedeao es una organización basada en reglas. Todo lo que estamos haciendo es asegurarnos de que Níger, un país hermano, vuelva a tener un gobierno basado en las reglas”, añadió.
Según Musah, todos los países representados en estas conversaciones ya han confirmado su participación en la eventual intervención militar e incluso han decidido el día en el que desplegarán su fuerza regional, si bien no sacarán a la luz esa fecha.
La reunión tuvo lugar después de que los jefes de Estado de Gobierno de la Cedeao -bloque integrado por 15 países- ordenasen el pasado 10 de agosto “activar” la “fuerza de reserva” de la organización, si bien ellos también destacaron su apuesta por el diálogo para resolver la crisis de Níger.
En esta nueva cita participaron los jefes de Estado Mayor de Nigeria, Ghana, Costa de Marfil, Senegal, Togo, Benín, Sierra Leona, Liberia y Gambia, mientras sus homólogos de Cabo Verde y Guinea-Bisáu no pudieron acudir.
Tampoco Níger estuvo representado, ni Burkina Faso, Mali o Guinea-Conakri, países donde también hubo golpes de Estado entre 2020 y 2022 y que han manifestado su rechazo al uso de la fuerza.
Esta es la segunda reunión de los jefes militares de la Cedeao desde el golpe de Estado de Níger.
Las posibles acciones militares han dividido a la región, donde los Gobiernos de Nigeria, Benín, Costa de Marfil y Senegal confirmaron durante las últimas semanas y de manera pública la disponibilidad de sus ejércitos para intervenir en territorio nigerino.
En el otro extremo, Mali y Burkina Faso, países vecinos gobernados por juntas militares, se oponen al uso de la fuerza y alegan que cualquier intervención en Níger equivaldría a una declaración de guerra también contra ellos.
Chad, Guinea-Conakri, Argelia y Cabo Verde han rechazado una intervención militar y abogan en su lugar por el diálogo, una posición que parecen compartir con la Unión Africana (UA), pese a que esta organización panafricana aún no se ha expresado públicamente al respecto.
Según una fuente diplomática que pidió a EFE el anonimato, el Consejo de Paz y Seguridad (PSC) de la UA pidió este lunes a la Cedeao buscar soluciones diplomáticas y decidió crear un comité ad hoc a nivel de los jefes de Estado para “persuadir a los líderes de la junta de Níger” para que “se comprometan con una resolución pacífica de la crisis”.
Hasta el momento, la junta militar golpista ha hecho caso omiso a las amenazas y, además de nombrar a un nuevo primer ministro, formar un gobierno transitorio y reforzar su dispositivo militar, ha advertido de que el uso de la fuerza tendrá una respuesta “instantánea” y “enérgica”.
El golpe de Estado de Níger estuvo encabezado el pasado 26 de julio por el autodenominado Consejo Nacional de Salvaguardia de la Patria (CNSP), que anunció la destitución del presidente Mohamed Bazoum y la suspensión de las Constitución.
Níger se convirtió así en el cuarto país del oeste de África liderado por una junta militar.