Cientos de indígenas tzeltales y tojolabales del municipio de Altamirano marcharon para exigir la desarticulación y el desarme de autodefensas en la selva de Chiapas y así poder garantizar la paz.
El contingente estuvo conformado por habitantes de las 109 comunidades, 11 barrios, transportistas, comerciantes y familiares de Óscar Hernández Sánchez, quien fue asesinado por sujetos armados el pasado 8 de agosto en el interior de su domicilio.
De acuerdo con Luis Sánchez, pariente de Óscar, “el grupo armado le disparó frente a su familia, lo acusó de soplón (delator)”, señaló.
El pueblo indígena protestó en este municipio, considerado tierra de zapatistas, para exigir el cese a la violencia que ejercen las autoridades concejales, las autodefensas, grupos paramilitares y delincuenciales que se pelean el control del territorio.
Durante el recorrido, portaron pancartas y mantas con leyendas como “Justicia para Óscar”, “Óscar vive y siempre te recordaremos”, “Fuera Gabriel Montilla, su consejo de municipal junto con su grupo armado, ¡fuera!”, “Pueblo Unido Jamás será vendido”, “Justicia para el pueblo” y “Fuera autodefensas”.
La protesta ocurrió ante el incremento de la violencia en las comunidades indígenas de Chiapas donde grupos armados se han apoderado de los pueblos originarios, así también estas son las primeras manifestaciones violentas de cara a las elecciones de 2024.
Amauri de Jesús Ortega Castellano, habitante de Altamirano, dijo en una entrevista con EFE que entre sus exigencias están que el “gobernador ponga atención al problema de Altamirano, no queremos muerte, ya no queremos más asesinatos”.
Relató que esta ola de violencia se debe al sometimiento de las autoridades a la delincuencia organizada, y refirió que personas que no han estado de acuerdo con el gobernador han sido objeto de intimidación y agresiones.
“Ha habido quema de casas, saqueó de casas, el pasado 8 de agosto el problema más fuerte, fue el asesinato cobarde del compañero Óscar, el compañero fue asesinado en su propio domicilio”, dijo Ortega Castellano.
Altamirano se suma a la lista de los 10 municipios que son atacados por autodefensas y paramilitares que han provocado el desplazamiento forzado de miles de familias de comunidades de la zona de los Altos, la Selva, la franja fronteriza y el norte del estado de Chiapas.
Aunque activistas y habitantes continúan denunciando los hechos violentos que se generan en el estado, autoridades federales niegan reconocer los hechos delictivos afirmando que hay paz.
Mientras que los aspirantes presidenciales de Morena que han visitado Chiapas tampoco reconocen los hechos delictivos.