Nicolás Maduro reafirmó que el 10 de enero de 2025 asistirá a la sede de la Asamblea Nacional para jurar como jefe de Estado reelecto, luego de su controvertido triunfo en las elecciones del 28 de julio, un resultado que es cuestionado dentro y fuera del país.
En un acto con militares, Maduro dijo que ha recibido la invitación de parte de la junta directiva del Parlamento, controlado por el chavismo, para que acuda a prestar juramento en la fecha que establece la Constitución como obligatoria y que marca el inicio del nuevo sexenio presidencial.
“Confirmo públicamente que he recibido la carta de invitación, que asistiré formalmente al cumplimiento del juramento constitucional (…) ante quien se juramenta el candidato vencedor una vez promulgado así” por el Consejo Nacional Electoral (CNE), dijo el líder chavista.
En el acto de juramentación de los nuevos jefes de la Fuerza Armada, Maduro remarcó que su proyecto es de “democracia profunda, directa, popular, socialista”, que busca “servir a los grandes intereses de la nación”.
Las declaraciones de Maduro se producen después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) rechazase en los últimos 4 días 2 solicitudes de revisión de la sentencia que convalidó el resultado oficial de los comicios, que ha sido señalado de fraudulento por la mayor coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
Según la coalición, su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó la Presidencia por amplio margen, un reclamo que cuenta con el apoyo de numerosos países, algunos de los cuales reconocen al antichavista -exiliado en España desde el 8 de septiembre- como presidente electo de Venezuela.
Pese a que Maduro no es reconocido como ganador de las elecciones por decenas de países, por no haber mostrado pruebas de su victoria con actas o resultados desagregados, todas las instituciones del Estado -en manos del chavismo– han manifestado un respaldo irrestricto a su triunfo y denuncian que la PUD y potencias extranjeras intentan concretar un golpe de Estado en el país.
