En el marco del Diplomado en Gestión Escolar y Liderazgo Educativo en el Nivel Medio Superior, en el que participan gestores educativos universitarios, Joel Nino, secretario general de la Universidad de Colima, impartió la conferencia “Competencias directivas para la gestión universitaria”.
Previo al desarrollo de su conferencia, dijo que en la actualidad se viven tiempos que requieren una mayor coordinación y profesionalización de las escuelas, y que una de las maneras en que se puede lograr esto es a través de la capacitación. Así, dijo que la asistencia de los coordinadores académicos, asesores pedagógicos, y directivos a este tipo de eventos es esencial para que la gestión no se realice en solitario sino en equipo: “Es importante que se vaya homologando la forma en la que se percibe la gestión universitaria, condicionada por el contexto y realidad de cada plantel”.
En este sentido, expuso que, a partir de la reforma a la Ley General de Educación, se viven cambios de paradigma en la educación en el país. “Se transita de lo cuantitativo a lo cualitativo, lo que implica un mayor peso en cómo impacta el quehacer de las universidades públicas en la solución de problemas sociales, por lo cual, es importante que los cuerpos de gestión de cada plantel conozcan y participen de estos cambios”.
En su conferencia, habló de algunas complejidades de la gestión universitaria, como saber cuál es su función según los contextos particulares de los planteles. “El perfil profesional del gestor universitario no tiene un significado único, lo que lleva a concluir que los coordinadores académicos y asesores pedagógicos del nivel medio superior deberían tener un perfil distinto al de otras instituciones”.
Un gestor educativo se dedica a coordinar, planificar y supervisar los recursos y procesos que aseguran el buen funcionamiento de una institución educativa. Esto implica desde la gestión administrativa hasta la implementación de proyectos académicos, políticas educativas y acciones que promuevan un ambiente favorable para el aprendizaje.
En este sentido, para Joel Nino la labor de un gestor educativo es hacer que los planteles funcionen a partir de una labor en equipo para atender procesos planeados, así como los que surjan de una eventualidad de índole social, administrativa, estudiantil, etcétera y que en ocasiones tienen mayor impacto en la gestión.
Durante su conferencia, expuso que un gestor educativo tiene la tarea de contribuir al ejercicio de la educación de las personas, partiendo de que en México la educación es un derecho constitucional. Una segunda tarea es el mejoramiento de la calidad de vida individual y colectiva.
Además, mencionó que la gestión es compleja porque no existe certidumbre en cuanto a funciones y procesos que debe realizar, por la ausencia de un perfil estandarizado de quienes la realizan y por un conocimiento ambiguo de lo que se hace en cada plantel. A esto se suman la gobernanza y estructuras jerárquicas producto del cambio de paradigma en la educación y que impactan en la educación media superior, pues se incorporan nuevos aspectos que tienen que ser atendidos, tales como el Sistema Universitario de Archivos, el Programa de Cultura de Paz, el Protocolo para la prevención de la violencia de género y la no discriminación y, a partir de 2025, el diagnóstico de salud mental.
Lo anterior, dijo, “deriva en que al interior de cada plantel se cuente con múltiples comités que implican la estructuración de nuevos órganos colegiados para la toma de decisiones”. Así, precisó, “es muy importante que se realicen este tipo de actividades de capacitación, porque los productos finales son la claridad en las funciones, un perfil estandarizado y el reconocimiento pertinente del rol que se hace al interior de cada plantel”.
Para finalizar, recomendó que, para la gestión universitaria, se cultiven relaciones de confianza sólidas y que se fomenten la confianza y el respeto mutuo para crear un equipo colaborativo y un ambiente de apoyo.