Sáb. Sep 7th, 2024

El béisbol, un segundo hogar para los niños venezolanos en Perú

Por EFE Ago22,2023 #Deportes

Pacientes y en fila, una docena de niños esperan, emocionados, su turno de batear con todas sus fuerzas la pelota que cruza el aire gris de Lima, donde el béisbol se ha convertido en un refugio para los niños venezolanos que migraron a Perú y que, tratando de robar base, recuerdan el hogar que dejaron atrás.

“Nosotros lo que deseamos es que estos niños se mantengan fuera de la calle, haciendo un deporte que nos apasiona a todos y, hasta el sol de hoy, creo que hemos hecho un buen trabajo para que los niños aprendan y vayan creciendo en este deporte que es muy poco practicado aquí”, le explica a EFE el entrenador Juan Carlos Urquia.

Los típicos cerros limeños rodean un polvoriento campo de futbol en el popular sector de San Juan de Lurigancho, que, durante un par de horas al día, es escenario para el deporte rey de Venezuela. En él, niños de 4 a 15 años se distribuyen en grupos portando la camiseta naranja de la escuela Los Astros.

Desde que son muy pequeños, la mayoría de los niños venezolanos juegan a este deporte, pero, cuando llegaron a Perú, les resulta difícil seguir jugando. Es una frustración que se suma a los cambios, choques culturales y el estigma que les rodea.

Urquia cuenta que Los Astros nació hace casi 3 años con un padre venezolano que llegó a Lima y que quería que su hijo volviera a jugar al béisbol.

Frente a la ausencia de una escuela, él mismo comenzó a entrenarle en un parque, lo que provocó que poco a poco más niños se fueran acercando porque echaban de menos su actividad favorita.

Más que un hobby

Entre las llamativas gorras y camisetas, el sonido de los bates y gritos de entrenadores, recoge la pelota con fuerza David Pérez, que tiene 10 años, es seguidor del Magallanes y sueña jugar con las grandes ligas.

“Cuando llegué (a Perú) no todos sabían jugar, no tenía tantos amigos, ahora ya tengo”, dice en mitad de su entrenamiento antes de añadir que en el colegio está enseñándole a niños a jugar béisbol.

Explica que encontrar a Los Astros ha sido “importante”, para él, puesto que le ha permitido mejorar su juego en los 2 años que lleva con la escuela.

También le ha ayudado ha superar el miedo que le producía cambiar Caracas por Lima.

Igualmente, Alexis Jesús Fuentes, de 13 años, llegó desde Venezuela sin amigos y con el miedo de no poder jugar a su deporte favorito en Perú, pero ahora es una de las estrellas del equipo y entrena todos los días.

Vino de la caribeña región de Anzoátegui, hogar de los Caribes, y afirma que el pueblo donde vivía no se parece nada a Lima: “Son diferentes culturas, diferentes comidas, diferente todo”.

En unas semanas irá a su país natal junto con Urquia para probar suerte en las divisiones menores de algún equipo profesional.

Alejados de las calles

Soleidis y María, madres de David y Alexis, respectivamente, relatan mientras ven jugar a sus hijos que, además de que estos disfruten el deporte, el béisbol les permite tener un objetivo que les mantendrá fuera de las calles.

“Aquí, en Perú, hemos visto cosas que no hemos visto en Venezuela” y añaden que el deporte les ayuda a mantenerse “alejados de vicios”, algo que les “preocupa muchísimo”.

Pero hay más en su mente; en Perú no hay liga profesional de béisbol, lo que significa que, a los 16 años, los niños ya no pueden continuar su recorrido en el deporte.

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By EFE

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