Entidades estatales, cívicas y sociales de Bolivia pidieron al Gobierno de Luis Arce que dicte “estado de excepción” para que se levanten los bloqueos de caminos que los seguidores del expresidente Evo Morales (2006-2019) mantienen desde hace 17 días.
Fernando Larach, presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, la mayor región y el motor económico del país, señaló que “el Gobierno debe actuar inmediatamente con todo el rigor de la ley” para que se restituya la libre transitabilidad.
“Si es necesario dictar estado de excepción, que lo dicte, si es necesario que el Ejército salga y ponga orden, que lo haga”, añadió.
En la víspera, el gobernador en funciones de Santa Cruz, Mario Aguilera, exigió al Ejecutivo “emitir el decreto de régimen de excepción en los territorios en conflicto”.
Los trabajadores fabriles de Bolivia se declararon este miércoles en “emergencia” y advirtieron que si el conflicto no se resuelve, optarán por “salir a desbloquear” ellos mismos.
En Sucre, la capital constitucional de Bolivia, hubo una protesta ciudadana para exigir al Gobierno el desbloqueo de caminos.
El fiscal General de Bolivia, Róger Mariaca, pidió a la Policía que facilite la labor del Ministerio Público “para que se restablezca la paz social” en el país luego de que el martes se reportaran agresiones a periodistas y agentes policiales durante un operativo de desbloqueo.
El ministro de Gobierno (interior), Eduardo del Castillo, consultado sobre si se planea la aplicación de un régimen de excepción, respondió que no se descartará “ninguna posibilidad para poder liberar al departamento de Cochabamba” -el más afectado por los cortes de rutas- “del secuestro” al que está sometido.
Sin diálogo y sin respuestas
Los seguidores de Morales cumplen 17 días de bloqueos para pedir al Gobierno de Arce que retire los procesos judiciales contra el exmandatario por estupro y trata de personas, pues consideran que son parte de una persecución política.
También piden soluciones a la situación económica del país y exigen que se respete el congreso del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), que el año pasado proclamó a Morales como “candidato único” para las elecciones presidenciales de 2025.
La medida de presión se concentra en Cochabamba, el bastión político y sindical del exgobernante, en donde convergen las principales carreteras que unen el este y el oeste de Bolivia.
Esto provocó que los alimentos y otros artículos de primera necesidad, ya afectados por la inflación, subieran de precio y que haya escasez de combustible, que se distribuye por horarios y con extensas filas de espera.
Uno de los lugares donde hay bloqueos es la población rural de Mairana, en Santa Cruz, donde en la víspera se dieron las agresiones a policías y periodistas, que se encuentra sin la presencia de agentes de seguridad.
EFE constató que allí se cerró la comisaría y en las afueras bloquean personas que no son del lugar, según los pobladores, con una extensa fila de vehículos estacionados.
En Cochabamba, los comerciantes de alimentos que burlaron los bloqueos y pudieron llegar a los mercados, lamentaron que una parte de sus productos se haya podrido y no sirva para el consumo.