En escuelas públicas de Colima, principalmente de nivel básico, se venden productos que presentan alguno de los 3 sellos de advertencia de alto contenido calórico o azucarado en las tiendas escolares, pese a la prohibición establecida en la ley. Así lo constató este reportero a través de visitas a planteles y testimonios de docentes.
En el estado de Colima, la venta de comida chatarra en escuelas públicas y privadas está prohibida desde mayo de 2021, tras la reforma a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado, aprobada por el Congreso del Estado. Esa medida fue impulsada desde agosto de 2020 por legisladores de Morena, con el objetivo de atacar problemas como la malnutrición, obesidad, diabetes e hipertensión. Sin embargo, en la práctica, la ley parece no cumplirse.
La reforma establece que la Secretaría de Salud debe generar acciones para desincentivar el consumo de bebidas azucaradas y alimentos que excedan los límites máximos de azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio añadido, conforme a la Norma Oficial Mexicana. Asimismo, prohíbe su distribución, venta, exhibición y suministro en instituciones de educación básica y media superior, tanto públicas como privadas.
Específicamente, el Artículo 52, fracción IX de la ley establece:
“Prohibir la distribución, venta, exhibición y suministro en cualquiera de sus formas, de bebidas azucaradas y alimentos que excedan los límites máximos de azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio añadido, que establece la Norma Oficial Mexicana correspondiente, en instituciones públicas y privadas de educación básica y media superior.”
Esa legislación tiene como objetivo fomentar una alimentación saludable entre los estudiantes y combatir la obesidad infantil. Además, obliga a que las escuelas sean espacios libres de publicidad de alimentos y bebidas con alto contenido calórico.
No obstante, al interior de los planteles se siguen vendiendo dulces, papas fritas y refrescos. También es común ver vendedores ambulantes fuera de las escuelas, cuyos productos no cumplen con las normas de salud.
El reportero confirmó que esa situación se da, al menos, en las escuelas primarias “Alejandro Flores Garibay”, ubicada en el municipio de Colima, y en la “José María Morelos”, de Villa de Álvarez. También en las secundarias “Manuel Sandoval Vallarta T.M” y “Jesús Reyes Heroles T.V”.
La obesidad infantil en Colima representa un problema de salud pública significativo. Según datos de la Secretaría de Salud del estado, en 2022 se registraron 8,197 casos de obesidad, un incremento del 59.3% comparado con los 5,147 casos reportados en 2021.