En un contexto global donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la Universidad de Colima (UdeC) ha dado un importante paso al establecer lineamientos claros para el uso de la inteligencia artificial generativa (IAG). Ese esfuerzo no solo posiciona a la institución como un referente en el ámbito académico, sino que también refleja su compromiso con el desarrollo ético y responsable de herramientas tecnológicas que transforman la educación y la sociedad.
El documento, organizado en 15 capítulos y 4 anexos, es un reflejo de la visión interdisciplinaria de la UdeC, al integrar aportaciones de expertos en filosofía, derecho, telemática y pedagogía. Más allá de ser un compendio técnico, esos lineamientos son una guía que promueven la transparencia, responsabilidad y respeto a la privacidad en el uso de la IA. La inclusión de recomendaciones prácticas y recursos accesibles para docentes, estudiantes e investigadores es una muestra clara de que la Universidad no solo busca innovar, sino hacerlo de manera inclusiva.
La creación de un portal específico, www.ucol.mx/iag, fortalece esa iniciativa al ofrecer herramientas y materiales que facilitarán la integración de la IAG en el ámbito académico. Sin embargo, el verdadero logro no reside únicamente en la implementación tecnológica, sino en el énfasis que la Universidad pone en el diálogo ético y crítico en torno a estas tecnologías.
Vivimos en una era donde la inteligencia artificial redefine las dinámicas de aprendizaje, comunicación y creación. En ese escenario, el reto no es solo adoptar esas tecnologías, sino hacerlo de forma que se respeten los valores humanos y se fomente el pensamiento crítico. La UdeC demuestra que es posible abrazar la innovación sin comprometer los principios que rigen la educación de calidad.
Ese esfuerzo debe verse no como un punto de llegada, sino como el inicio de un proceso continuo de adaptación, reflexión y mejora. Al sentar las bases para el uso ético de la IAG, la UdeC no solo prepara a su comunidad para enfrentar los retos del presente, sino que también contribuye a formar ciudadanos conscientes de su responsabilidad en un Mundo cada vez más digitalizado.