El Concejo Municipal de Los Ángeles aprobó una ordenanza que declara a esta urbe californiana una “ciudad santuario” para inmigrantes, en anticipación a la promesa del presidente electo de EUA, Donald Trump, de efectuar deportaciones masivas.
De forma unánime, el Concejo Municipal aprobó la ordenanza mediante la cual prohíbe la colaboración de la Policía local con las autoridades federales migratorias y tras haber avanzado un borrador un año atrás.
La medida se convirtió en los últimos días en un reclamo urgente de las organizaciones civiles, tras el triunfo del republicano en las elecciones generales del pasado 5 de noviembre, quien durante la campaña prometió llevar a cabo la deportación de indocumentados más grande hecha en la historia del país.
El pasado lunes (18), Trump confirmó el plan de declarar una emergencia nacional a raíz de la crisis en la frontera con México para así disponer de efectivos militares para llevar a cabo sus anunciadas deportaciones.
Desde las escaleras de la alcaldía de la ciudad, decenas de activistas e indocumentados instaron al Concejo de Los Ángeles que culmine el trámite de la medida, que también niega a las agencias federales de Inmigración el acceso a las bases de datos de la ciudad.
“Deberíamos poder llamar a la Policía o a los bomberos sin sentir miedo”, dijo en una conferencia de prensa Zeneida Meneses, una inmigrante nicaragüense que trabaja en limpieza. “El Gobierno federal no puede estar metido entre nuestra comunidad”, agregó.